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Ciudadanos y ciudadanas, y para los que aún NO somos ciudadanos y ciudadanas:

Hoy no reunimos aquí miles y miles de persona exigiendo una sociedad igualitariamente libre. Porque una democracia necesita una sociedad plural y diversa. Donde el Estado reconozcas los diferentes modos y proyectos de vidas entre sus ciudadanos.
Tras 40 años Golpe Militar
Tras 40 años del golpe de Estado existen un ambiente fructífero de “NUNCA MAS” de trasgredir los derechos humanos en Chile. La memoria de Monica Briones, los cientos de muertes en un club nocturno incendiado en Valparaíso en los años 80, la tortura de homosexuales en la dictadura, hoy están entre nosotros.
Más de dos décadas de democracia, existe una democracia decaída, se han impuesto una mirada de mercado en la sociedad. El ciudadano es un simple cliente. Que ha envenenado nuestra forma de relacionarnos. Base de la desigualdad derecho, políticas públicas excluyentes y la brutalidad de las discriminaciones. Que se ha traducido en reprimir a los pueblos originarios, a los inmigrantes morenos, a los estudiantes chilenos y violentando a las mujeres chilenas.
Daniel Zamudio
De esta forma, el asesinato de Daniel Zamudio, es el resultado brutal de una sociedad que no se mira a sí misma.
Primando el silencio de Estado y su nulo avances en medida preventiva para frenar la violencia y la discriminación. Siendo esto una violación a los derechos humanos.
Por ellos hay miles de discriminados a diarios; acoso laboral por orientación sexual e identidad de género diversos; lo que no pueden acceder a un trabajo digno.
Año presidencial:
Estamos a pronta a una elección presidencial, los desafíos de una sociedad impaciente de justicia, no pueden quedar sin respuesta. Por ello hacemos un llamado a las autoridades: “No queremos migajas, queremos todos los derechos”:
Matrimonio igualitario, unión civil ley identidad de genero
Políticas públicas con enfoque de derechos humanos que contemple la diversidad sexual y frenar la epidemia del VIH-SIDA que afecto hoy a Chile.
Una sociedad democrática respetuosa de la diferencia no puede avanzar sin recursos e institucionalidad. Mejorar la ley antidiscriminación no es una recomendación, es el deber del Estado para generar un piso mínimo para poder vernos a cara y dialogar.
Esto no es un gueto sexual
Entender las demandas de la diversidad sexual es entender una cultura de derechos humanos en su conjunto.
Esta es una misma lucha y es la construcción de un país, simplemente que son diferentes frentes, que en lo cotidiano se transforma en una perfecta sinergia.
Es por ello, que levantar nuestras banderas es también llevar las demandas de un sistema de pensiones digno, un sistema educativo, público, de calidad y no sexista, un sistema de previsión justo, una democracia participativa e inclusiva.
En suma: Es la construcción de una sociedad que valore a los seres humanos por sobre las fuerzas del mercados.
¡Igualdad de derecho y no discriminaciones ahora ¡