La lucha internacional por los derechos de gays, lesbianas y travestis se ha visto fortalecida y otras tantas desfavorecida a través de la visibilidad que hemos conseguido en la siempre traicionera televisión. Durante los últimos doce años, o mejor dicho desde el retorno a la democracia en Chile hemos visto como las minorías sexuales han ocupado año tras año y en forma progresiva algunos programas televisivos como por ejemplo «La Manzana de la Discordia», «Noche de Brujas», «Cuéntame» «Escrúpulos» «Informe Especial», «Contacto», «Buenos Días a Todos», «El Termómetro» y muchos otros.

A través de estos programas hemos llegado a un número importante de la población con nuestras demandas y propuestas en lo político, social y cultural provocando de esta manera una discusión de carácter nacional que aborda las temáticas de la diversidad, la sexualidad libre e informada, los derechos e igualdad para las minorías sexuales, el flagelo del VIH/SIDA, y sobre todo develar la discriminación e intolerancia que aún sufre nuestro país, poniendo de manifiesto la homofobia aportando y tratando de cambiar la percepción negativa que se tiene de homosexuales, lesbianas y transgéneros.

El Movimiento Unificado de Minorías Sexuales, ha mantenido una estrategia política frente al set televisivo, escogiendo los programas y temáticas a las que accede para dejar en claro que la situación de los gays, lesbianas y travestis sigue siendo precaria en nuestro país. Hemos evitado constantemente participar en programas que toman la figura y el testimonio de los homosexuales desde el discurso lastimero y misericorde, desde la culpa, ese tipo de programas con formatos de talk show u otros donde se parodia burlonamente ‘lo gay’ pasan a formar parte de la evidente homofobia y discriminación que por un lado muestra el testimonio, pero por otro sanciona con un discurso moral, teniendo siempre la última palabra. Y en términos concretos las denuncias realizadas por homosexuales y lesbianas en la TV. quedan en eso sólo en denuncia pués jamás se ha procurado un seguimiento y solución para dichas denuncias , es el caso de Maira Espinoza la joven expulsada de su colegio en la Quinta Región por conductas lésbicas por poner un ejemplo. Ejemplo de esos hay miles, bien lo debe saber Megavisión, Canal 13 Chilevisión y TVN que privilegian el rating por sobre la dignidad de las personas, incluso en sus programación noticiosa, homosexualidad, criminalidad y droga no por casualidad son presentadas como una triada unica.

Y es aquì donde cabe la pregunta, considerando la supuesta tolerancia a lo diverso ¿qué tanto se ha integrado el discurso antidiscriminatorio en este medio de comunicación? ¿cómo se manejan las representaciones y estereotipos de los homosexuales en la pantalla?. Asistimos, pareciera, a una apertura hacia lo exótico, lo raro, lo diferente, pero enmarcado siempre en esa barrera que hace de lo diverso un estigma social. Este exotismo no contribuye en nada a la lucha por la dignidad de los homosexuales. Sin duda, el machismo instalado en la televisión sigue utilizando a las minorías llámese, mujer, indígena, discapacitado, homosexual, etc. para ganar audiencia y fortalecer un criterio moralista y castigador. No es extraño el trato a la mujer y los gays en el programa Morande con Compañía de Megavisión, ni la figura del Yerko Puchento ¿por qué un marica tiene que ser el copuchento de la TV?. Podemos visualizar muchas actitudes misóginas y homofóbicas en la televisión abierta ante las cuales el Consejo Nacional de Televisión no se manifiesta en absoluto . Es hora de dar cuenta de esta situación.

Pero no todo es tan negativo, rescatar a los actuales personajes gays en las teleseries nacionales de canal 13 y TVN es necesario, pues contribuyen al debate nacional, las teleseries son los programas más visto por la población chilena, y en estas dos puestas en escena, la teleserie «Machos» y «Puertas Adentro», han tratado con altura de miras el conflicto de la homosexualidad y por supuesto que producen un efecto en la ciudadanía: discusión, acercamiento al fondo de esta realidad.. Eso es felicitable, pero ojo, aún falta mucho para que la televisión abierta abra espacios de verdadero debate y respeto hacia las minorías discriminadas, esa labor también nos corresponde a nosotros los homosexuales, lesbianas y travestis organizados y a los no organizados también, pues en la medida en que denunciemos estas situaciones de intolerancia estaremos aportando al crecimiento programático de la televisión en Chile, porque recuerda: la televisión no sólo se tiene que mirar también hay que leerla…