Por Héctor Núñez

Ver la declaración del Senador Designado en LUN

Las Ultimas Noticias cambio formato para publicar por lo menos una vez por semana algún temilla gay, sea fashion, político, policial, homofóbico lo que sea, sólo por sacar a relucir el exotismo gay power.:

En la edición del pasado jueves 15 de Julio el ex Almirante y ahora vocero de la bancada apernada de los senadores con cero voto, condena la homosexualidad al más puro estilo Neo Nazi y la considera ‘aberrante’ y ‘antinatura’, su grito de alerta para no aceptar homosexuales en la Armada me llama a la siguiente pregunta ¿tenemos los homosexuales que pedirle permiso al ex general para navegar por las aguas chilenas arriba de un Barco Marinero?. Por lo visto el ex no soporta las relaciones amorosas entre hombres, obviamente se debe haber horrorizado con la fantástica película “Querelle” de Rainer Werner Fassbinder cuando en una gran escena llena de erotismo el marinero más guapo de la tripulación es sodomizado por un negro potente, regente del bar de puerto; también debe haber sentido un gran escozor cuando se descubrió en los añejos textos históricos el castigo a decenas de azotes ordenado por Arturo Prat al cuerpo de un marino de la archiconocida “Esmeralda”, (barco torturador en los tiempos del dictador innombrable), que fue sorprendido en el pecado de Nefando (acto homosexual) descubrimiento bibliotecario del historiador Leonardo Fernández y que el escritor Pedro Lemebel cronista de excepción rescata tan coloquialmente en uno de sus tantos escritos, tal vez estas y otras tantas expresiones de la homosexualidad marina pongan de mal humor al senador designado Martínez Busch que de más esta decir no consiguió ningún voto popular porque ni siquiera hizo ese democrático esfuerzo, sino que le pareció más fácil instalar su humanidad en el hemiciclo y representar sus propios prejuicios y ahora más encima se erige como el ser más honesto natural y leal del mar que tranquilo lo baña.

Mire don ex le voy a contar una historia: “Había una vez hace muchos pero muchos años atrás un marinero que lo llamaban Buchito un gran marinero fuerte y bello que cumpliendo su sueño más preciado zarpo desde un gran puerto para navegar por largos tres meses mar adentro y en el primer puerto que atraco salto a tierra directo a un bar, parecido al de la película “Querelle” y se internó en las aguas alcohólicas para disfrutar de tierra firme, ya en la sexta copa de scotch vio entrar por la amplia puerta del local nocturno a una bella mujer de taco alto y pelo rubio, una verdadera sirena estilizada en un vestido de lame rojo, nuestro marinero quedó encantado con la mirada envolvente de esos grandes ojos verde musgo y pensó morir cuando a su vista quedaron esos gruesos labios rosados de la doncella, el extasis del marinero fue mayor cuando la señorita de sus sueños lleva su mano cerca de su boca y con su dedo índice cubierto por una gran uña negra le hace el gesto maravilloso de la elección, algo como “eres tu papito el escogido” él en su borrachera se enamoró perdidamente y se hundió en un caluro beso que culminó con una voltereta de goleta en plena noche de sexo, sin darse cuenta la sirenita le presentó un mástil fenomenal y nunca supo lo que le paso, pero sentirse poseído fue tal vez el horror y felicidad más extraña que el mismo Poseidón le mando desde las profundidades marinas, cuando amaneció a parte de la caña algo más le dolía, nuestro marinero aún mantenía una leve sonrisa en su rostro recordando aquella extraña noche de amor, pero ya a bordo del barco todos los marinos miraron a Buchito y él se sintió desnudo, burlado y amenazado por el rechazo militar, cual Adán expulsado del paraíso sintió la vergüenza y la aberración y juro a Poseidón odiar a los homosexuales por el resto de su vida”.

El ex general debe haber escuchado esta historia en algún bar de algún lejano puerto y solidarizó con este marino siguiendo la tradición homofóbica, lastima querido ex que las tradiciones homofóbicas están terminando y tal vez no le quede otra que tomar su botecito y navegar rumbo al norte a encontrarte con ese familiar suyo de apellido Busch y seguir latigando a las minorías en el Guantánamo de la intolerancia que los une a ambos y los lleva cada vez por aguas podridamente tormentosas.

Saludos de la Rubia de ojos verdes.