Sorprendentes resultados de investigación «Factores socioculturales que inciden en el uso del condón masculino en hombres homosexuales y otros HSH».

La investigación es parte de los insumos para el trabajo de prevención en el marco del Proyecto de Chile financiado por el Fondo Global de la Lucha contra el SIDA.

En el año 2004 el Movimiento Unificado de Minorías Sexuales – MUMS y la Corporación Chilena de Prevención del Sida – Sidacción establecieron un consorcio con el propósito de llevar a cabo una investigación sobre los factores que inciden en el uso del condón masculino en hombres homosexuales y otros HSH. Dicho estudio arrojó resultados sorprendentes que deberán referenciar el trabajo que desarrollan en torno a la prevención del VIH/SIDA distintas Organizaciones del país.

Los investigadores, grupo conformado, entre otros, por Carla Donoso, Fernando Muñoz (MUMS), Alicia Veloso, Claudia Honorato y Sergio Aguirre (Sidacción); consideraron que se requería una reflexión profunda en torno a las variables que influyen en los aspectos relacionados con la prevención (en todos sus niveles), lo que suponía el análisis de las características, ejercicios y forma de vivir la sexualidad de los chilenos.

Las últimas investigaciones en torno al tema los pusieron frente a aspectos de alta importancia, imposibles de no considerar, como lo son, la llamada sexualidad velada de los chilenos en donde se aprecia que el discurso y la práctica de los mismos son antagónicas, es decir, no es lo mismo lo que dicen a lo que hacen.

El estudio indica que existe un sexualidad hegemónica que indica que las parejas se conforman entre hombres y mujeres con el afán de conformar familia, situación que en gran medida aporta a la discriminación e invisibilización de otras manifestaciones sexuales como lo son las relaciones homobisexuales, lo que en definitiva fortalece una realidad capciosa que merma directamente los impactos esperados de las estrategias preventivas que se implementan. Si a esto le sumamos la escasez de debate frente al tema, la ausencia de campañas preventivas permanentes en los medios de comunicación, la ausencia de contenidos y falta de capacitación de docentes en el tema en escuelas y liceos, entre otros, nos quedamos frente a un escenario extremadamente poco amable en torno a los avances que se puedan desarrollar en el ámbito de la prevención de la epidemia.

Los antecedentes que sostienen la investigación fueron los insumos para que este grupo de profesionales se abocara a iluminar aquellos factores que inciden en el uso del preservativo inhibiendo o facilitando su incorporación a las prácticas sexuales de HSH, lo que resulta de importancia al diseñar estrategias preventivas que se centren en su utilización.

Con la investigación el grupo de trabajo se planteó los siguientes objetivos: conocer y evaluar la aceptabilidad del uso del condón masculino y de lubricante, identificar factores que facilitan o inhiben el uso correcto y sostenido de preservativos y lubricantes, factibles de ser incorporados a una estrategia de promoción social y finalmente identificar factores y acciones relevantes para la implementación de una estrategia de promoción y uso del preservativo y los lubricantes en la población estudiada.

Con una metodología de trabajo cualitativa se organizaron grupos focales y entrevistas en profundidad distribuidos en la Región Metropolitana, V, II región compuestos por sujetos homosexuales que viven con VIH y otros que no viven con el virus, centrando los instrumentos en características relevantes como la situación de parejas, prácticas homobisexuales y aceptabilidad del condón, obteniéndose resultados que aún no dejan de asombrar a los encargados de la investigación y a aquéllos que ya han tenido oportunidad de leerla.

¿Por qué el asombro?.

Pues bien, en Chile, el trabajo desarrollado en torno a la prevención del VIH/SIDA ya lleva más de dos décadas. Podríamos decir que pese a todo han existido algunos avances, esto bajo un contexto cultural, político y económico que ha sufrido importantes transformaciones. Podríamos decir, además, que el tema homosexualidad es un tema recurrente en la actual sociedad, lo que propicia una mayor visibilización y por ende justas demandas en torno a los derechos humanos. Podríamos agregar que hasta estamos de moda y que quizás todo lo mencionado facilitaría la conformación de un discurso político, de una identidad homosexual, lésbica, trans que nos permita generar debates y reflexiones en torno a nuestra conciencia ética, psicológica, otros y así definir nuestras diferencias, pero la verdad, y asumimos, que es ésta una interpretación de los encargados de esta nota , no es así: ¡Somos tan iguales a todos los otros, que nuestras vidas se direccionan a las mismas instalaciones y representaciones de la heterosexualidad!. Y ojo con esto, pues cuando hablamos de heterosexualidad no hablamos de un grupo opositor, pero sí de hegemonía, es decir, de dominio.

Este excelente trabajo arroja resultados tales como que el homosexual valora enormemente la estabilidad de las relaciones de pareja, la fidelidad, el amor y la entrega mutua (increíblemente similar a las visiones de los grupos heterosexuales). La similitud detallada, esperamos, no sea referida al sistema de dominio parejil, en donde siempre hay uno más fuerte y uno más débil que se somete. Sin embargo y lamentablemente siguiendo el sendero de las similitudes con la heterosexualidad, al ser consultados los HSH sobre sexualidad homosexual, estos, la caracterizan como “irrefrenable”, “caliente”, centradas en el placer y la gratificación sexual (algo muy conocido sobre todo por las mujeres heterosexuales).

Si a lo detallado le agregamos que existe una tendencia hacia la vivenciación de una sexualidad más bien culposa, en donde el VIH es un castigo merecido por ser un anormal y además un promiscuo, que son las visiones que entregaron los entrevistados, se comprende que los tentáculos de la heteronormatividad promuevan permanentemente la desnaturalización de la orientación homosexual y por ende exista, en este grupo, una mayor vulnerabilidad frente a la adquisición del virus.

No podemos dejar de indicar que el estudio expresa que la visión del amor romántico y la expectativa de construir una relación estable se transforma en un factor de vulnerabilidad dado que puede interferir negativamente a la hora de identificar y evaluar el riesgo de adquirir el VIH/SIDA.

La sexualidad anormal, que se desprende del estudio y que mencionábamos más arriba, se arraiga en las construcciones de imágenes que van en desmedro de los modos y formas en que se vive la homosexualidad lo que explica la descalificación y valoración negativa de la “loca” dada la feminización, promiscuidad y desate con la que se le relaciona. Es fácil pensar en este punto que este hecho también tenga relación con una misoginia (aversión a las mujeres) explícita o implícita, pues no olvidamos que los homosexuales, alcanzan a recibir una carga machista en sus primeros años de vida y durante muchos años más, ya que son parte del sistema y de los roles que de él se desprende. La imagen de la “loca” podría despertar y favorecer estos “instintos” misóginos al exacerbar el ideal femenino impuesto.

Lo que describimos en la líneas anteriores en definitiva tiene un nombre: HOMOFOBIA y en el estudio se visualizan claramente tres tipos: la homofobia externa (del entorno hacia el sujeto, bien conocida por todos y todas), homofobia entre pares (de homosexuales más masculinos a otros más femeninos) y la homofobia hacia si mismo (yo mismo(a) homosexual no me acepto).

Si pensamos en estos resultados no nos es difícil creer que la mayoría de los homosexuales afeminados han sufrido experiencias de discriminación y violencia y con esto no sólo nos referimos a travestis. ¿Extraña situación considerando que somos un grupo que ha gritado a los cuatro vientos que ¡no más discriminación! o extremada similitud con el modelo heterosexual y sus acciones discriminadoras? ¿Será eso o será que nuestros pensamientos han sido subsumidos por un sistema que nos ha hecho olvidar sistemática e inteligentemente nuestra idea de búsqueda de libertad y creemos que todo es correcto, que todo está bien?¿ Será que somos seres absolutamente funcionales al sistema y no nos hemos dado cuenta? ¿Será que en realidad este sistema nos gusta y no pretendemos llevar a cabo ningún ejercicio engrandecedor? ¿Será que las organizaciones hemos sido incapaces de transformarnos en un referente válido de acción?…

Existen muchas interpretaciones a realizar, muchas interrogantes a responder, en razón de los resultados obtenidos y que dado los objetivos planteados no podemos dejar pasar. El estudio arroja que el uso del preservativo es efectuada por fuerza mayor, es decir, por la presencia VIH/SIDA lo que es un claro indicador de que las conductas sexuales no se han modificado, por el contrario se establece una significativa discrepancia entre lo que se dice y lo que se hace, entre la teoría y la práctica.

Es interesante, por otro lado la caracterización y la visión sobre sexualidad que poseen los llamados jóvenes alternativos los que por el contrario fortalecen la inexistencia de un ideal romántico y practican la sexualidad de manera más auténtica, legitimando las relaciones homobisexuales, así como también el sexo ocasional.

En síntesis este estudio es de necesario conocimiento, en tanto, que nos acerca a las construcciones en torno a sexualidad que poseen grupos bien diferenciados de homosexuales como lo son las personas que viven con VIH y los sujetos seronegativos y jóvenes alternativos y nos permite, desde allí, reconocer aquellos factores que inciden en el uso del condón, siendo esta una apuesta preventiva que nos ofrece un cambio en torno a nuestras prácticas sexuales que no deben ser, por cierto, al momento de mediar su uso menos placenteras. Sólo la internalización de este hecho nos sitúa en un ejercicio cotidiano que podría modificar nuestras prácticas integrales de vida.

Hacemos hincapié que las interpretaciones/reflexiones corresponden al equipo de redacción y más que la potencia de lo que se indica someramente y con lo cuál pretendemos propiciar una reflexión por parte del lector, deja en evidencia que es sólo el comienzo, puesto que un estudio de este tipo debe ser compartido y reflexionado grupalmente para que se genere la necesaria retroalimentación y el adecuado diagnóstico de las múltiples realidades y convicciones que conviven en nuestros espacios sociales. Por otra parte estudios como estos, nos llevan a realizar una revisión de nuestras propias construcciones y modificarlas o alimentarlas a través de las estrategias que implementemos para ello.

Las preguntas que surgen son muchas, atrévete a reflexionar contestando algunas de las que siguen:

• ¿Será verdad que en la población homosexual existe una fuerte identificación con los modelos tradicionales de género?

• ¿Será verdad que el modelo macho es más valorado que el modelo “loca”?. ¿Por qué?

• Qué sucederá que muchas personas relacionan el mundo homosexual con conductas frívolas, promiscuas, desatadas? ¿Por qué?, ¿Es malo o es bueno?

• ¿Qué papel juego yo? ¿Soy loca, soy macho?, ¿Soy Femme, soy Bush ? , ¿Me importa?

• ¿Cuán cercan@ estoy al modelo tradicional de género?

¡Animo estas preguntas y otras que tú mism@ puedas inventar pueden ser a lo menos, el origen de una velada distinta con tus amigos o amigas!.

El trabajo será dado conocer prontamente, si quieres mayores detalles tú puedes acceder visitando nuestra sede ubicada en Bulnes #161, FONO : 671 45 68.