Son las 10 de la noche. Estoy instalada en mi pieza, digo en la pieza que tengo en la casa que ocupo con mi mamá.

Todo bien, maravilloso. Fuimos a bailar. No encontramos con algunas amigas de la Natalia. Estábamos todas bien cocidas así es que nos terminamos amando y dándonos potitos en la boca entre todas. Habían algunas que bailaban tan lindo, era todo erótico y yo bailaba con ganas de mostrarme. Fue una cuento bien cuático, porque me sentí como en la vidriera de una tienda. En realidad estábamos allí para bailar, pero también para mostrarnos, para darnos a conocer, pero como cuerpo, como carne, como sexo. Entraba a los baños y me miraban mucho y yo también comencé a mirar. Hubo roces, que no eran roces, pero que yo sé que lo fueron desde la intencionalidad que tuvieron…Las mujeres como que se hacen las piolas, pero algunas son tan engrupidoras como los minos y eso no sé nuevamente si me gustó o no.

Yo sentí que estábamos en medio de un millón de pavitas reales que mostraban sus plumas, claro que me quedé con la Natalia, que hasta se hizo una herida en su zorrita…Me río sola.

Lo más maravilloso es sentir los pechos de la Nata sobre mi, en mi boca. Creo que es lo que me dará fuerza para lo que empieza mañana a las 8:00. Sí Ada mañana a las 8 vuelvo al Liceo y seguramente lo primero que veré será la Lucía.