No pretendemos ser voz homosexual, como otros y otras insisten en hacerlo, sólo pretendemos fortalecer un gran movimiento que este año ya ha encontrado eco en Concepción , en Antofagasta, en Ancud, en Valparaíso, en Chillán, en Melipilla ,en Rancagua así como antes ha encontrado eco en La Pintana, en San Bernardo, en Lo Espejo, en todo Santiago.

Llega septiembre y con él una fecha legitimada : septiembre , sin duda es el mes del orgullo.

Orgullo de ser lesbianas, de ser gays, de ser trans , de amar a personas del mismo sexo…

Muchas y muchos podrán no estar de acuerdo en la forma de plantear nuestra alegría en la calle y puede ser , porque el sistema nos ha enseñado a que lo serio debe ser tratado seriamente y lo serio , por cierto , no da lugar a la sonrisa. Que somos unas locas, que esto no es reflejo de lo que somos, que esto no tiene contenido político, que el capitalismo irrumpe al interior de la marcha fin, en fin , son sólo algunos de los argumentos que utilizan, mas las más de 3000 personas que año a año se convocan y auto convocan en la calle es un solo argumento para decir que la marcha es un acto de visibilización concreta , es intervención del escenario que habitualmente nos discrimina y si bien es cierto actuamos con el permiso institucional , eso no indica que brindemos pleitesía y no nos ocupemos de trabajar en la construcción de un discurso sustentada en la reflexión crítica sobre un sistema político cuya característica fundamental es la desigualdad.

No pretendemos ser voz homosexual, como otros y otras insisten en hacerlo, sólo pretendemos fortalecer un gran movimiento que este año ya ha encontrado eco en Concepción , en Antofagasta, en Ancud, en Valparaíso, en Chillán, en Melipilla ,en Rancagua así como antes ha encontrado eco en La Pintana, en San Bernardo, en Lo Espejo, en todo Santiago.

Hay camino por recorrer, hay cosas cotidianas que resolver con el trabajo de todos y todas y no hablamos de un trabajo en conjunto o de alianzas , que a estas alturas ya comienza a quedar vaciado de contenido, sino de un trabajo repensado constantemente, no enquistado en un pasado que nos vuelva anacrónicxs, autómatas y/o esencialistas, pues las verdades absolutas no existen, menos si en el proceso de implantarlas vemos que descansan en la peor verdad de todas: la heterosexualidad es la única verdad

El Movimiento Unificado de Minorías Sexuales ha trabajado duro en su interior por llegar a consolidar el respeto a cada identidad, a cada persona, que no es fácil por cierto, pues la toma de conciencia no llega por arte de magia y además muchxs calzamos súper bien en el refrán : “No hay peor ciegx que lx que no quiere ver”, mas a estas alturas por voces disidentes o por odiosidades históricas no daremos pie atrás en el camino de construir un mundo más justo y solidario y para ello , por cierto, tenemos ciertos acuerdos en lo que no nos gusta de esta construcción sistémica, para luchar por sus socavamientos.

Estamos concientes de que nos queda mucho camino por recorrer, pero es esta Editorial una invitación a que algunxs se atrevan y comiencen a cambiar un discurso que muchas veces nos lleva a la generación de odiosidades en un mundo diversx que nos invita a reconocer las multiplicidades de prácticas, de cosmogonías, de formas de amar que se distancian por suerte!, de todo aquello que nos ha construido como anormales

FELICIDADES EN NUESTRO MES