Este fue el grito que acompañó a las lesbianas del Mums y algunas amigas y amigos del movimiento en su intervención en el Acto Central del 08 de marzo en plena Alameda.

Nos estaban las caras muy contentas , puesto que el acto de la manera en que había sido dispuesto mermó la marcha, el encuentro, los gritos de todas las mujeres y lesbianas que estaba allí presentes, sin embargo , esto vino a fortalecer la necesidad de manifestar nuestra disidencia y fortalecer nuestro estado de alerta frente a mecanismos que intervienen las manifestaciones masivas y las terminan subsumiendo a los interese sistémicos.

Fue así como comenzamos a pintar el nombre de las lesbianas en distintos puntos de Santiago, conmemorando el 08 de marzo y gritamos fuerte que ¡Derechos de Humanas son Derechos de lesbianas!

Nos ubicamos en el bandejón de Alameda y allí instalamos nuestro lienzo, que fue filmado por la Red , Chilevisión e infinitamente más veces, fotografiado por los y las asistentes, que nos miraron a hurtadillas o con las risitas nerviosas que son efectos bilaterales de la discriminación de la cual, las tortas, hemos sido objeto.

Gritamos, bailamos, cueca, pero también recordamos que no estábamos festejando nada, que hay mucho que recorrer aún para vivir en un país que otorgue posibilidades e igualdad a todos y todas.

Vicky Quevedo, una de las animadoras del encuentro, alcanzó a ver nuestra pancarta y la leyó en voz alta , valorando la valentía de las lesbianas que estábamos allí dando la cara , pese a la discriminación que aún existe en nuestro país.

No nos quedamos hasta el cierre , porque fuimos a la fiesta del Bloque Lésbico en la Habana Vieja, que cerraba las conmemoraciones de ese día y allí mismo nos pusimos a pensar en todo el trabajo que tenemos que seguir desarrollando para construir un mundo más justo y humano y aportar también a la desheterosexualización del movimiento de mujeres, a través de seguir indagando, profundizando y validando nuestra propias teorías con respecto al género y a los modelos que en torno a él se han ido construyendo, produciendo así la historia de mayor discriminación jamás conocida: la de la heterosexualidad sobre las mujeres y las lesbianas.