En virtud de la previa reunión de trabajo efectuada el mes pasado con el Ministerio de Justicia en torno a la tramitación de la Ley que Establece Medidas Contra la Discriminación, el Movimiento se encuentra trabajando con organizaciones amigas en un plan de trabajo que permita que las mejoras presentadas en junio del 2006 se concreten.

El Movimiento Unificado de Minorías Sexuales, integrante de la Mesa por la Mejora a la Ley que Establece Medidas Contra la Discriminación, prepara un Foro conjunto entre el Ministerio de Justicia y la Secretaría General de Gobierno, SEGEGOB, en donde la participación de la Mesa de Trabajo es fundamental, puesto que representa a una gran diversidad organizaciones que históricamente han trabajado en este tema desde sus distintos flancos de acción.

El objetivo del Foro conjunto es evaluar el estado de avance del proyecto, actualmente radicado en el Senado, y evaluar el estado de avance de las múltiples indicaciones presentadas por la Mesa de Trabajo por la Mejora de la Ley.

Cabe decir que en esta fase de la tramitación, la Mesa y por tanto las organizaciones que la conforman no consideran pertinente, a fin de continuar con un trabajo serio, solicitar la urgencia de la ley.

“Existe un trabajo serio e ininterrumpido y no nos conformamos con que se apruebe cualquier ley. No queremos una ley cosmética y superficial. Tampoco se trata de esperar por años, pero en este momento un eventual carácter de urgencia en la tramitación por parte del Ejecutivo impediría que se logre lo que exigimos. Solicitar que la tramitación de la ley sea de carácter urgente sería una irresponsabilidad y simplemente un acto publicitario. Si no se incorporan las mejoras, la ley que se apruebe será letra muerta. Destaco entre otros puntos la no discriminación en el ámbito de la maternidad y paternidad en parejas no heterosexuales, en lo concerniente a identidad de género y en la necesaria implementación de una institucionalidad que vele de modo independiente por el cumplimiento de la ley”, indicó Anatolia Hernández Presidenta del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales, Mums.

El Movimiento Unificado prepara paralelamente al Foro la presentación del Informe de Derechos Humanos y Discriminación 2006 que ha contado con múltiples colaboraciones de diversos activistas del movimiento homosexual, lésbico y trans, como de las y los fundadores del mismo. El Informe será, sin duda, un aporte a la discusión en torno a las mejoras que requiere la ley antidiscriminatoria citada y una revisión de los enfoques en torno a abordaje de diversas temáticas culturales y legislativas que atañen a toda la comunidad gay, lésbica y transgénerx.

El avance del Informe de Derechos Humanos y Discriminación 2006 fue presentado en septiembre pasado y ha buscado incorporar reflexiones y aportes de distintas organizaciones, favoreciendo nuevas instancias colaborativas. El trabajo ha recibido ya aportes de importancia y felicitaciones de diversas organizaciones de la sociedad civil y de diversas instancias políticas y técnicas. Una vez presentado se trabajará en la difusión del mismo a nivel nacional e internacional.

ANTECEDENTES:

Ley Antidiscriminatoria: una labor conjunta de la sociedad civil

1.- El Foro por la No Discriminación

El año 2000 marcó un hito en la génesis de la iniciativa. Múltiples y diversas organizaciones que por años habían desarrollado labores por separado, se reunieron en torno al Foro por la No discriminación que convocó a distintas personalidades, representantes de los ámbitos académicos, dirigentas /es políticas /os y colectivos sociales que abordaron diversas temáticas relacionadas con la discriminación, las que fueron emergiendo desde las necesidades de los diversos grupos que participaban.

El Foro por la No Discriminación reunió a grupos de discapacitadas /os, obesas /os mórbidas /os, mujeres, enanas /os, gitanas /os, ancianas /os, indígenas, homosexuales, lesbianas, transgénerxs, personas viviendo con VIH y otros grupos, los cuales se dieron cita para exponer que la “anormalidad” que pesaba en sus cuerpos requería de una intervención que permitiera socavar las desigualdades generadas por un violento sistema de clasificación.

La discusión y los análisis desarrollados aportaron a una sistematización de las múltiples demandas, trabajadas en muchos casos con antelación por los diversos grupos participantes, tendientes a establecer una normativa destinada a la protección y promoción del derecho a la igualdad y a la erradicación de toda forma de discriminación. Es así como surge un trabajo destinado a elaborar un Anteproyecto de Ley que interpelara de manera concreta a la esfera legal y cultural de nuestro país.

Este anteproyecto fue preparado durante el año 2002 por un grupo interdisciplinario e intersectorial que generó una retroalimentación constante con la diversas colectividades multiculturales de Chile, en donde, ya se indicó, las llamadas minorías sexuales estaban presentes. Esta interculturalidad es además, el valor agregado de un Anteproyecto de Ley que aboga por la erradicación de la discriminación de manera integral, por lo que no se focaliza en grupos minoritarios específicos.

Las temáticas más significativas y las que en primer lugar fueron planteadas tienen que ver, en cuanto temas relevantes para la comunidad LGTB, con la derogación del artículo 373, que rige sobre la moral y las buenas costumbres, la restricción del artículo 161 –despido por necesidades de la empresa-, la explicitación de la sanción por discriminar por orientación sexual, género y sexo. En el proceso reflexivo se fue profundizando en diversas e importantísimas exigencias, como la explicitación de los derechos de madres y padres gay y lesbianas en temas de tuición, el derecho a la identidad transgénerx sin que el Estado imponga la exigencia de un cambio quirúrgico de sexo y la importancia, por cierto, de otorgar una institucionalidad a la ley – representada fundamentalmente por la Comisión Nacional por la Igualdad y la Integración Social- entidad independiente del gobierno de turno, con recursos propios, con presencia regional y siempre retroalimentada por las organizaciones de la sociedad civil, para que efectivamente no sea esta ley letra muerta y constituya una normativa que de verdad aporte a eliminar todo tipo de discriminación en Chile.

En el marco sancionatorio se prefirió optar por una fórmula que privilegie la reparación civil del daño material y moral, dejando la condena penal para las conductas más graves y socialmente dañosas. Además se aplicaron criterios homologadores y adecuadores a la normativa internacional, en cuanto a sus aspectos sustantivos, alcances y lenguaje técnico utilizado.

Cabe hacer notar que este Anteproyecto de Ley tipificaba las denominadas “prácticas discriminatorias» como todos aquellos hechos reiterados durante un cierto tiempo y ejecutados de un modo uniforme en todo el territorio nacional, o en un parte de este, en contra de grupos de personas que posean alguna característica común y que les cause objetivamente la supresión, menoscabo o perturbación en el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades establecidos por la Constitución y las leyes.

El anteproyecto estaba conformado por 55 artículos lo que permitió que por primera vez en Chile se abordara este problema desde una perspectiva general y completa otorgando seriedad a una política pública sobre la materia.


2.- El proyecto enviado finalmente por el Gobierno

El Foro intentó contar con el apoyo del presidente Ricardo Lagos para promover la iniciativa legislativa. Estas negociaciones se extendieron por casi dos años y fueron desarrolladas por diversos representantes de las distintas organizaciones que constituían el Foro por la No Discriminación.

Las negociaciones terminaron de manera abrupta cuando la Segegob envía un proyecto de ley sobre la materia que recogió de manera muy tangencial la propuesta de la sociedad civil. De 55 artículos que intentaban dar seriedad al proceso legislativo en torno a la erradicación de la discriminación, solo se recogieron 8 artículos, en su primera instancia.

El Proyecto del ejecutivo constó de 8 artículos, más algunas modificaciones a otros cuerpos legales. En esta propuesta se amplía y especifica la idea de discriminación arbitraria, en términos no incorporados explícitamente en la Constitución. De esta manera, se indica que será discriminación toda distinción, exclusión, restricción o preferencia arbitraria por acción u omisión basada en diversos conceptos entre los cuales se cuenta la orientación sexual de las personas. Este concepto ha generado en el transcurso de sus procesos de tramitación diversas discusiones y la atención de grupos de diversidad en tanto en varias ocasiones personeros políticos provenientes del sector de la derecha, se han opuesto con vehemencia a su inclusión en el listado conceptual cuyas características se indicaron.

El proyecto inició su tramitación en la Cámara de Diputados, siendo aprobada la idea de legislar por mayoría el 21 de junio del 2005. Los votos en contra se concentraron en el sector de la derecha. El 5 de octubre de 2005 se aprobó el Proyecto por unanimidad con 70 votos afirmativos. Algunos artículos fueron sometidos a votación separada porque su contenido exigió diversos quórum como lo fue el caso de “género u orientación sexual”.

Los términos género u orientación sexual, que se querían eliminar del listado que indicaba los objetos de la discriminación arbitraria, fue una indicación que se aprobó más tarde por 50 diputados, 17 en contra y 4 abstenciones. Los votos en contra representaban a la derecha parlamentaria.

Las presiones ejercidas por la Alianza por Chile, generaron diversas modificaciones al proyecto de ley. En este proceso promueven cambiar las palabras orientación por condición y género por sexo, lo que daba una connotación genital de la homosexualidad y eliminaba por cierto la posibilidad de que las personas transgénero se expresaran legislativamente.

En la propuesta se incorpora la posibilidad de regular acciones afirmativas y crea una nueva acción civil que, junto con buscar la declaración de la ocurrencia de una discriminación arbitraria, establece la posibilidad de establecer indemnizaciones de perjuicios, para el caso en que se acredite una violación al derecho.

El proyecto una vez aprobado por la Cámara de Diputados es enviado al Senado para dar inicio al segundo trámite institucional el 12 de octubre de 2005. Este trámite quedaría en manos de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, instancia que acepta en general la propuesta de ley por unanimidad, en sesión del 12 de abril del 2006, lo mismo sucede en el Senado el 2 de mayo de 2006 abriéndose plazo para presentar indicaciones hasta el 5 de junio de 2006, fecha que se amplía, posteriormente, hasta el 27 de junio del 2006.

3.- Mesa por la mejora de la Ley que establece medidas en contra de la discriminación

En el camino de tramitación de la ley, las organizaciones que luchan por el respeto a los derechos de las personas que no son heterosexuales siguieron generando un trabajo en torno a la ley, labor que sigue hasta hoy.

El Movimiento, en su aporte al trabajo conjunto, ha sostenido diversas reuniones para abordar la temática de la ley y se ha reunido con prácticamente todos los senadores y diputados del país.

Sería la última semana de junio cuando Mums recibe una invitación de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, para participar en una jornada de Trabajo en el ex Congreso el día 5 de junio de 2006, que buscaba conocer los alcances y las mejoras a la ley que resultaban relevantes para las organizaciones sociales.

En este contexto, Mums toma la decisión política de invitar a otras organizaciones de diversidad para trabajar en una propuesta conjunta, a modo de que se generara una ampliación en las miradas y se democratizara una convocatoria que sólo incluía a 3 organizaciones homosexuales, de las cuales una ha focalizado su trabajo en el VIH/SIDA y la otra históricamente ha desarrollado un trabajo en solitario, puesto que no cuenta con el apoyo ni respaldo de la gran mayoría de las organizaciones lésbicas, gays y trangéneros, puesto que la trayectoria y curriculum que permanentemente se adjudica como únicamente propios es, fruto del trabajo de decenas de organizaciones y de cientos de activistas.

La discusión política y el análisis técnico de la ley fue favorecido por la presencia de 5 abogadas /os que son parte de la Mesa por la mejora de la Ley , lo que facilitó el análisis de cada artículo y el establecimiento desde allí de los aspectos que se consideraban como fundamentales en el proceso de mejora de la ley. Estos aspectos consideran:

Concreción de la institucionalidad de la ley a través de la creación de una instancia autónoma y conformada por representantes de la sociedad civil escogidos por esta, con presupuestos específicos que no sean subsumidos por otras demandas o agendas, que le permita diseñar, elaborar, monitorear, fiscalizar y evaluar la implementación de distintas políticas públicas abocadas a la erradicación de la discriminación por orientación sexual. Esta instancia además deberá otorgar asesoría jurídica a los hechos de discriminación.

Derogación del artículo 373, 374 y 495 N°5 del Código Penal, por promover interpretaciones basadas en prejuicios y en construcciones culturales que estigmatizan la homosexualidad, facilitando el abuso de poder, las detenciones arbitrarias de la comunidad homosexual y la validación de esta forma, de un discurso del odio, que grupos neonazis y otros asumen y concretan a través de la ejecución de “barridas” a transgéneras, lesbianas y gays en distintos puntos de la capital y de regiones.

Rectificación y especificación del artículo 161 del Código del Trabajo, que facilita el despido injusto de trabajadoras y trabajadores, en especial de personas que no son heterosexuales, los que por defender su posibilidad de valerse por sí solos en la vida, deben aceptar apremios psicológicos, sueldos miserables e imposibilidad de acceder a ascensos que se correspondan con sus habilidades y capacidades.

En el caso específico de algunos artículos, se requiere reponer y ampliar los conceptos que se consideran actos de discriminación arbitraria. Estos conceptos se refieren a sexo, género (respetando coma), orientación sexual, preferencia sexual, identidad sexual, diversidad familiar, expresión de género. Por otro lado se indica que en todas aquellas instancias en donde se mencionen sólo a “persona”, se incorpore “o grupos de personas”

Se debe explicitar que ser homosexual y la convivencia entre personas homosexuales no es una imposibilidad para ejercer la maternidad o paternidad en el marco de la promoción del respeto a otras construcciones familiares no heterosexuales.

Se debe explicitar la libertad a personas trans, para establecer la relación entre nombre que se desee e identidad de género, sin que sea necesario la readecuación otorgada por las operaciones quirúrgicas.

Este trabajo fue arduo y contó con el trabajo sistemático de Coordinadora Universitaria por la Diversidad Sexual, Las Otras Familias, Sidacción , Brigada Gay -Lésbica del Partido Socialista (PS), Centro de Acción Social por la Diversidad de La Pintana, Trans masculinos de Rancagua, UNJIDEM de Lampa, Iglesia Ecuménica Metropolitana, Bloque Lésbico, entre otros.

El día 05 de junio, la Mesa de Trabajo por la Mejora de la Ley, hizo la presentación de sus demandas a través de la voz de Anatolia Hernández, Presidenta de Mums, quien subrayó la necesidad de lograr un debate nacional abierto y participativo para concretar los principios de participación ciudadana que promueve el gobierno.

Las organizaciones de la mesa de trabajo por la mejora de la ley, sólo una no estuvo presente, fueron protagonistas el sábado 30 de septiembre pasado de una histórica Marcha del Orgullo y la Diversidad Sexual que congregó, en su octava y más concurrida versión, a más de 10 mil personas exigiendo ciudadanía plena, cuya plataforma es la ley antidiscriminatoria. La fuerza de la Mesa se vio reflejada en la convocatoria y en la capacidad de llevar a cabo una de las actividades de visibilización más relevantes de la agenda política homosexual. Los lienzos que exigían «Ciudadanía Plena» fortalecieron sin duda los estados de alerta de lesbianas, gays, trans y bisexuales frente a un sistema que siempre ofrecerá alternativas que sean coincidentes con su autopreservación y que relegaran las exigencias homosexuales a núcleos reducidos que no aporten sustantivamente a la igualdad de derechos exigidas. Es por ello que la ciudadanía plena significa en este contexto lograr un buena Ley Antidiscriminatoria: Siempre más, pero nunca menos.

Si alguna organización, lesbiana, gays, bisexual o transexual direccionada hoy hacia otros fines lo comprende, por cierto que será otro triunfo que nos permitirá construir el futuro que anhelamos, construir una historia que no olvida, no omite, no niega los esfuerzos y los trabajos de nadie.