Por Carlos Sanchez / http://nomehanvencido.blogspot.com / Octubre 2007

Hemos sido impactados mediáticamente por el hecho de que dos carabineros han aparecido publicamente diciendo que fueron presionados para abandonar las filas de la institución a la cual pertenecían por el hecho de ser gays.

Sin duda uno de los aspectos de la lucha social y política que el activismo gay, lésbico y trans hemos venido sosteniendo es que la sociedad entera debe asumir que la sexualidad humana es diversa y por ello no debería discriminar a nadie que tuviese una orientación sexual diferente, y en este sentido es inaceptable que una institución estatal como lo es Carabineros de Chile establezca mecanismos de coersión y discriminación contra sus funcionarios ni contra nadie.

Parte del debate político que hemos tenido en más de alguna circunstancia es acerca del rol que han cumplido las fuerzas armadas y Carabineros a lo largo de la historia del país, y en particular en las últimas décadas. Lo impresionante es la manera en que han procedido respecto a las sistemáticas violaciones a los derechos humanos. Incluso en la actualidad, bajo los regímenes «democráticos», tanto Carabineros de Chile como las demás instituciones armadas han actuado de manera indolente y francamente cínica frente a los casos de derechos humanos que se investigan por la «justicia» chilena.

Ciertamente el rostro de las instituciones armadas en Chile no se muestra muy limpio, y dificilmente se puede entender cómo los ciudadanos chilenos podríamos enorgullecernos de estas instituciones. Por ello resulta más dificil entender cómo pueden haber homosexuales o indígenas que pertenecen a las fuerzas armadas y a Carabineros, cuando han sido estas instituciones las que han sostenido mecanismos de discriminación y segregación contra su propio pueblo.

Alguien decía que si hubiera conciencia social no habría delincuencia, ni habria policías…. tampoco empresarios explotadores, ni injusticia…. en fin todo sería mejor.

Cabe preguntarse ¿que hace un homosexual metido en las Fuerzas Especiales de Carabineros?, fuerzas que estan destinadas a reprimir al pueblo como lo seguimos viendo a diario. No son fuerzas destinadas a enfrentar a la delincuencia, sino mas bien un frente de contención a los movimientos sociales, sustentado esto por el temor de quienes detentan el poder a que la institucionalidad sea subvertida, y sobrevenga el caos…

En fin, resulta dificil entender esto. Homosexuales que declaran que su institucion «lo es todo», resulta chocante y patético, más allá que está en su derecho a reclamar y a exigir reparación al acto discriminatorio del que ha sido objeto.

Sin embargo, es desolador que los organismos de defensa de los derechos de las personas gays, lesbianas y trans, más allá de exigir que se ponga fín a la discriminación por orientación sexual en las fueras armadas y de orden, se silencian frente al rol represivo que estas mismas instituciones cumplen frente a los movimientos sociales. Se requiere un pronuciamiento y un llamado a que homosexuales y lesbianas no ingresen a ellas justamente porque atentan contra los trabajadores, hombres y mujeres que demandan justicia y mejores condiciones de vida, en definitiva atentan contra nuestra propia dignidad.

La lógica indica que si nos expulsan de una institucion por ser quienes somos, no podemos declarar que estamos orgullosos de la institucion en si, porque este acto de discriminación no es un simple acto de una persona en particular, sino de la institución toda. Lo mismo que ha ocurrido con los crímenes de lesa humanidad que aún continúan en la impunidad. Si la institución no se hace cargo, no podemos entonces pretender que el país se enorgullezca y reconozca en las instituciones armadas entidades que protejan nuestros derechos y nuestra dignidad. No es así, no ha sido así, y probablemente nunca será asi.

Carlos Sánchez
Sindicato de Trabajadoræs Luis Gauthier
Lesbianas, Gays y Bisexuales