Por Juan Pablo Burgos / El Mapocho / 28 de Junio de 2008

¿Calle? Santa Mónica. ¿Lugar? Un ex claustro. Cualquiera diría que nos dirigimos a una casa de religiosas o algo así. Pero no. Sin duda quienes nos reciben llevan bien puesto su hábito y también se encierran de cuando en vez. Pero no precisamente a orar… Ahora, por ejemplo, los miembros del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS) preparan la celebración de sus 17 años de lucha por la promoción y respeto de los derechos de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales en Chile. Para esto, organizaron un acto ayer viernes en el Galpón Víctor Jara y hoy sábado 28, realizarán la 3ª Besatón por la No Discriminación a las 16:00 hrs. en la Plaza de la Constitución, frente al Palacio de La Moneda, donde están todos invitados a protestar pacíficamente a base de besos.

«Ni el hábito ni el lugar hacen al monje tanto como su causa», pensamos mientras la Secretaria General del Partido Humanista, Susana Córdova, y Bastián Tello, por la Secretaría Juvenil, comparten un café con Fernando Muñoz, sociólogo y presidente del MUMS. Activista histórico del movimiento, ha realizado un trabajo político e investigativo permanente en torno al VIH/SIDA, en donde ha aportado a la disminución de la brecha de conocimiento en torno a la epidemia y la variable estructural en la que se sustenta: el estigma y la discriminación.

Fernando, el MUMS cumple 17 años. ¿En qué pie se encuentran hoy?

-Estamos en un proceso interesante, de mutación, asumiendo un compromiso cada vez más cercano y fuerte con el movimiento social en general. Anteriormente, el MUMS por razones de legitimarse se movilizó sólo por sus causas. Pero hoy retomamos el viejo concepto de movimiento de principios de los ’90, mucho más ciudadano y conectado con los problemas de la ciudadanía y los DDHH en general.

También estamos en un momento en que es necesario avanzar en demandas concretas. El gran tema de este aniversario es que el tiempo del gobierno ya se agotó, le dimos el chance de que asumiera y cumpliera su promesa de gobierno ciudadano, de dar respuesta al mundo homosexual según lo que prometió y no lo ha hecho. Y le vamos a pasar la cuenta.

¿Cómo? «Una de las maneras es con nuestra participación en las próximas elecciones con el bloque de izquierda extraparlamentaria», explica Fernando. Esto, porque es más afín a sus posturas y también porque les parece «una forma adecuada de castigar su inacción e inoperancia en temas de discriminación, participación, ciudadanía…».

-En el área social, el gran desafío del MUMS es consolidarse a nivel nacional. Tenemos un movimiento emergente, pero hay que fortalecerlo y generar una mayor capacidad de coordinación entre los distintos grupos: Traves, Lésbicos, Gays… El Mums ha hecho una apuesta por la transversalidad, sin obviar que dentro de la diversidad somos muy diversos. Sabemos que generar movimiento social es complicado y un desafío contra la corriente, más en un país donde se promueve el individualismo, la dispersión social, donde incluso la política gubernamental tiende al aniquilamiento de la sociedad civil. Sin embargo, hemos sido capaces de resistir y creemos que vamos a seguir avanzando.

De ahí el potenciar actividades como la Besatón y el Aniversario, ¿no?

-Claro. Aunque también está el tema de decirle al gobierno que estamos aquí y estamos al frente; hoy sentimos que nuestras demandas están dirigidas fundamentalmente al Ejecutivo. Ya superamos el problema de la visibilidad, la etapa de lucirse o mostrar en público nuestros afectos, eso es parte de la propuesta, pero hemos hecho las suficientes marchas como para decir que los homosexuales existimos. Hoy estas actividades van acompañadas de demandas específicas: una buena ley contra la discriminación, igualdad de reconocimiento de pareja, políticas públicas que respondan verdaderamente a las necesidades del mundo homosexual…

-En Chile no existe la voluntad política para cambiar las cosas. Cuba, por ejemplo, acaba de aprobar el cambio de sexo como política nacional, al igual que Brasil. Hoy en la isla se está desarrollando un encuentro nacional por la diversidad sexual, vale decir, está asumiendo ese mundo y con platas públicas. Colombia y México, con gobiernos de derecha a la cabeza, tienen una ley contra la discriminación muchísimo mejor que la propuesta chilena, más completa, creando comisiones nacionales contra la discriminación, con recursos, infraestructura… Naciones tan disímiles tienen políticas muchos más afines a nosotros que Chile, un país progresista y en desarrollo. Ahí se muestra que una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace, porque en lo concreto se habla mucho pero no se hace nada. Entonces, ahí nos damos cuenta que aquí no hay voluntad.

LEY DE DISCRIMINACIÓN:

«¿Tendremos que vivir en la puerta de Tribunales reclamando por la interpretación que le van a dar los jueces? Porque con el caso Atala ya demostraron cuál es su pensamiento…»

¿Qué pasa con propuestas como la Ley de Discriminación que propicia el Ejecutivo?

– Es muy general. Y una ley que es general, no tiene presupuesto ni un organismo que se haga responsable, es una ley que en definitiva se encierra entre 4 paredes, tribunales, y tiene corto alcance. Para que tenga impacto en la sociedad chilena, debe venir amarrada a una propuesta de institucionalización, de alguna entidad que se haga cargo y eduque, promueva y defienda los derechos de las personas.

Y organizaciones como el MUMS, ¿podrían tomar ese rol?

-Podría ser, pero en primer lugar debe hacerse cargo el gobierno. Actualmente, quien se hace cargo de la discriminación es la DOS (División de Organizaciones Sociales), pero si uno pregunta quién está a cargo del tema es la misma persona que ve todas las cosas, entonces no se puede avanzar con un Estado que no quiere hacerse cargo. Tiene que entregar recursos y elaborar políticas públicas con participación ciudadana.

¿Y qué puntos debe enarbolar una ley contra la discriminación? ¿La unión civil?

-Nosotros no hablamos de unión civil, sino de igualdad de derecho. Porque la unión civil no resuelve el tema de la igualdad. O sea, los homosexuales siguen teniendo una ciudadanía de segunda clase porque estaría el matrimonio para los heterosexuales y la unión civil para los homosexuales, y eso sigue siendo discriminatorio. Creemos que tiene que haber igualdad de derecho: que todo el mundo tenga acceso a lo mismo y que sean las personas las que por sus propios credos –políticos, religiosos, filosóficos- decidan si se casan o no, y cómo se casan. Esa es una decisión personal, pero como Estado, como país, tenemos que dar la oportunidad a los ciudadanos para que elijan, y eso implica igualdad ante la ley, cambiar el Código Civil. Como en España, donde se modificó la frase ‘el matrimonio es entre un hombre y una mujer’ por ‘el matrimonio es entre dos personas’. Eso es bastante simple, se puede hacer con voluntad política, pero aquí eso falta.

¿Y en el tema de la adopción, que parece causar más resquemor?

-Nadie ha demostrado, no existe ninguna prueba científica que demuestre que los homosexuales no están capacitados para ser padres. Por tanto, presumir que no seremos capaces de criar hijos propios o adoptados, es simplemente un prejuicio. La orientación sexual no tiene que ver con tu capacidad de hacerte cargo de un hijo. Además, es una estupidez eso de que padres homosexuales van a criar hijos homosexuales, si nosotros salimos de familias héteros! Eso de suponer de que los homosexuales se generen a partir de familias homosexuales es una estupidez, más allá del prejuicio, es una real estupidez.

Prejuicio o estupidez, la justicia ha sentado precedentes como con Karen Atala…

-Es que ella ni siquiera fue condenada por ser lesbiana, sino por vivir con su pareja. Es ilógico. Se dijo que su relación generaba una familia y un entorno complicado para las menores… Un niño lo que necesita es cariño y protección, y te aseguro que Karen y Emma de Ramón (su pareja), les entregaban eso, más y mejor que muchas familias heterosexuales.

-No queremos que la Ley contra la Discriminación termine en Tribunales porque lo que está haciendo el Ejecutivo es armar un proyecto que le ‘patea’ el problema a ellos. Entonces los señores que allí se encuentran, la mayoría bastante conservadores, van a terminar a cargo de todos los casos de discriminación. En ese contexto, el Ejecutivo se está lavando las manos tirándole el tema de la discriminación a los tribunales. Eso es lo que no entendemos de un gobierno que se dice progresista, socialista, democrático. Yo me pregunto: ¿tendremos que vivir en la puerta de Tribunales reclamando por la interpretación que van a hacer los jueces de la ley? Porque ya con el caso Atala demostraron cuál es su pensamiento.

«ESCÁNDALO» EN FONDOS DEL SIDA:

«Es un tema de corrupción del propio gobierno, que malversó lo que le correspondía. Y aún no se sabe si tocaron algo de las platas de las campañas para el VIH»

A propósito de toda esta burocracia, ¿cuál es la opinión del MUMS respecto a la pérdida de los fondos para el Sida que administraba el Consejo de las Américas?

-Es un tema de corrupción del gobierno. No es un problema en el que estén involucradas las organizaciones sociales ni tampoco el Ministerio de Salud. Tengo la seguridad de que en el tema del VIH no hay ninguna organización social implicada. Los dineros se perdieron en el alto nivel con el ente administrador y político, finalmente.

Están envueltos los responsables del Consejo de las Américas, un organismo paraestatal con presencia de directores de gobierno más directores de la sociedad civil, todos militantes de la Concertación. Es un tema de corrupción del propio gobierno que malversó el 9% del fondo que le correspondía a la parte administrativa. Y aún no se sabe si tocaron algo de las platas de las campañas para el VIH.

Hay una mano demasiado relajada cuando los organismos son de amigos de la Concertación, cercanos al gobierno. Por lo visto, el Consejo de las Américas hacía lo que quería y los directores designados por el gobierno para mantener un control ahí no cumplieron su rol. Entonces hay una responsabilidad administrativa de Jorge Osorio, Cristian Moscoso, Santiago Araya, militantes del eje PS-PPD, y la parte política que corresponde a los ministros que tenían que estar ocupados de eso, entre ellos Ricardo Lagos Weber.

¿El MUMS va a tomar algún tipo de acciones?

-Todo este tema se sabe de octubre del año pasado y desde ahí se empezaron a hacer auditorias e investigaciones vía Contraloría, para poder determinar qué estaba pasando con los dineros. Hasta ahora, lo que se ha podido demostrar es que efectivamente hay una serie de irregularidades donde está involucrada la gente encargada del Consejo de las Américas –Osorio, Moscoso, Araya- pero también tiene que haber una responsabilidad política de quienes estaban a cargo de este organismo.

¿Qué opinión te merece la labor del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH) en la lucha contra la discriminación social?

-El MOVILH recibe un financiamiento bastante fuerte y producto de eso acepta varias cosas, como la ley contra la discriminación tal cual como está. Está aceptado no hablar de igualdad de derechos sino de pacto de unión civil como alternativa, está aceptando una serie de situaciones que tienen que ver con las reivindicaciones reales y profundas del movimiento homosexual.

¿Pero ustedes han dado pasos para unirse y dialogar?

-Con el resto de organizaciones estamos unidos, el tema es con el MOVILH. Es que para haber un diálogo tiene que haber un mínimo de respeto y consideración por el otro. Estamos dispuestos a conversar con otros, hasta con la UDI, siempre y cuando sea en un marco de trabajo y de respeto. No tenemos ningún problema en conversar con quienes piensan distinto a nosotros, pero todo pasa por un respeto mínimo a las instituciones y las personas. Lo que antiguamente veíamos un movimiento homosexual con cierta capacidad de diálogo, hoy está adscrito al gobierno, entregado a él por el financiamiento…