El Movimiento Unificado de Minorías Sexuales, MUMS, considera oportuno fijar posición frente a las informaciones entregadas por el Ministro de Salud Dr. Alvaro Erazo y declaraciones de los integrantes de la Comisión de Salud de la Cámara de diputados.

En primer término es necesario mencionar que si bien es cierto existen deficiencias en la notificación a personas que han adquirido el VIH esta situación no implica un desborde de la situación o representa un descontrol de la situación del VIH en Chile, ello se debe a que las tasa de VIH/SIDA en nuestro país son bastante bajas de acuerdo a estándares internacionales.

Por otra parte, concordamos en que es necesario mejorar los sistemas de notificación e información sobre el VIH, tanto en el sistema publico como privado, ya que las dificultades existen en ambos sistemas, por lo cual no compartimos la idea de demonizar la salud publica. En este contexto planteamos los siguientes elementos como puntos de análisis y demandas al Ministerio de Salud, a los miembros del parlamento y gremios vinculados a la temático del VIH en Chile.

– Rechazamos en primer lugar la utilización política y mediática de una situación que afecta miles de chilenos. Rechazamos que hoy muchos diputados y senadores que muy poco se han ocupado de la prevención y atención del VIH pretendan erigirse como los salvadores de la situación, más aun considerando que pertenecen a partidos que han rechazado las campañas de prevención contra el VIH, que sistemáticamente han negado los recursos para prevención, para la educación sexual y han obstruido el trabajo y la legislación por la no discriminación.

– Compartimos la propuesta de reestructurar la Comisión Nacional del Sida (CONASIDA) para volverla más ágil, más autónoma y con mayor capacidad de decisión política. Una modificación orientada a su limitación iría en sentido contrario a las necesidades existentes. Al mismo tiempo consideramos importante poner al frente a un profesional que maneje elementos de salud pública, de comunicaciones y entienda la realidad de esta epidemia cruzada por la sexualidad, la discriminación y la homofobia.

– Exigimos el aumento del presupuesto destinado ala prevención, hoy los elementos de atención están en términos generales cubiertos por el AUGE. Pero en materia de prevención nuestro país posee grandes deficiencias, un pésimo desarrollo de la educación y un muy mal trabajo de promoción de las medidas de prevención científicamente confiables como es el uso del preservativo. Del mismo modo es necesario profundizar y ampliar el trabajo con las poblaciones más afectadas por la epidemia como es el la población de hombres homosexuales, trangénera y bisexual.

– Rechazamos la propuesta de limitar y vulnerar la autonomía y confidencialidad en torno al examen de VIH de las personas. El examen debe mantenerse como un elemento voluntario y confidencial, de los contrario puede transformarse en un elemento que avale la discriminación y el abuso de quienes han adquirido el virus o bien de quienes sufren el estigma de pertenecer a poblaciones que podrían haber adquirido el virus como es el caso de personas con múltiples parejas, trabajadoras sexuales y personas con relaciones del mismo sexo.

– Es necesario reforzar los procesos de Consejería pre y post examen de VIH, así como la Consejería en prevención del VIH. Por lo mismo consideramos negativo y fuera de lugar las presiones para simplificar el proceso de notificación del resultado del examen, así como las propuestas que impliquen dañar la confidencialidad del examen.

– Finalmente exigimos la participación de la ciudadanía en las decisiones, de quienes representan a los grupos afectados y de quienes efectivamente trabajan en la prevención y atención del VIH/SIDA, no es posible tomar decisiones entre cuatro paredes por quienes solo han llegado al tema por razones coyunturales.

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