Por Prensa GAHT / octubre 2009

En el marco de la campaña internacional «Stop Trans Pathologization», este sábado 17 de octubre diversas organizaciones sociales chilenas que trabajan la temática trans (transexual y transgénero) se unieron en la Plaza de Armas de Santiago para hacer un llamado a todos los organismos nacionales e internacionales, y a la sociedad en general, para demandar y apoyar la despatologización de la transexualidad.

El DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales de la Asociación de Psiquiatría Norte-americana) y el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud) clasifican a la transexualidad como un “trastorno de identidad sexual”.

Pero la transexualidad en si no es una patología mental, y la identidad de una persona transexual no es una enfermedad. Los trastornos y disforias que puedan existir son resultantes del verse con aspecto físico que consideran ajeno, extraño e incorrecto, de la no posibilidad de contar con documentos acordes a su realidad y, principalmente, de la discriminación y rechazo social.

Dichas clasificaciones patologizantes son las que guían a los y las psiquiatras de todo el mundo a la hora de establecer sus diagnósticos. Se invisibiliza la violencia social ejercida sobre quienes no se adecuan a las normas, ignorando activamente que el problema no es la identidad sexual y/o de género: es la transfobia.

Por ese motivo, más de 180 grupos provenientes de 38 ciudades de Europa, Latinoamérica, Norteamérica y Asia realizan de manera paralela en todo el mundo manifestaciones y otras acciones en apoyo a la Campaña Alto a la Patologización Trans STP 2012, convocadas por la Red Internacional de Despatologización Trans.

En Chile, el Grupo de Apoyo a Hombres Trans (GAHT), junto al Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS), instalaron mesas informativas en la Plaza de Armas. Además, la Organización Trans “Amanda Jofré”, la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual (CUDS), y otras organizaciones sociales, manifestaron su apoyo a la iniciativa.

Las organizaciones dispusieron lienzos que exhibían frases como “para que nunca más se nos restrinjan nuestras libertades y derechos ciudadanos” y distribuyeron materiales informativos, mientras distintos activistas trans, dirigentes sociales y candidatos al parlamento hablaron sobre el tema desde sus propias miradas.

Daniela Arraño, activista trans del MUMS, contó su experiencia al intentar cambiar un cheque, cuando la funcionaria que la atendió mostró su cédula de identidad a muchas personas que no tenían que ver con su trámite, como el guardia de seguridad, lo que provocó una humillación innecesaria e injustificada.

El coordinador de GAHT, Lukas Berredo, indicó que las organizaciones presentes exigen “que el Estado se haga cargo de nuestra problemática como corresponde. Que costee el proceso médico de reasignación sexual a todos y todas que lo soliciten, y que autorice administrativamente la modificación de prenombre y sexo en nuestros documentos”.

Además, aclara que “no queremos que el proceso médico sea obligatorio para acceder al proceso legal. Tampoco planteamos que todas las personas trans los deseen. Pero pagamos impuestos y salud al igual que los demás y, por lo tanto, deberíamos tener estos derechos garantizados de forma gratuita”.

Fernando Muñoz, candidato a diputado por la comuna de La Florida, enfatizó que Chile debe dejar de ser tan discriminador hacia las personas diferentes. “Se discrimina por ser mapuche, por ser gordo, por ser pobre, por ser mayor, por ser homosexual, por ser transexual, por todo. Nuestro país debe respetar y acoger la diversidad, pues ella es una de nuestras riquezas.”

A su vez, la candidata a diputada por Viña del Mar y Con Con, Julia Rojas, exigió un estado laico real, y señaló que “las personas son las que deben decidir si modifican o no sus cuerpos. No es el Estado, ni la Iglesia, ni los Jueces, ni nadie. Solo uno mismo puede hacerlo. Queremos que las personas tengan autonomía sobre sus cuerpos e identidades”.