Hoy, 15 de julio de 2010, se dio un gran paso por los derechos de la diversidad sexual. En esta madrugada, a las 4:00 de la mañana, Argentina se convirtió en el primer país de América Latina en tener en el Código Civil esa igualdad de derechos. 

Tras un intenso debate de aproximadamente 15 horas, el Senado argentino ha aprobado, con 33 votos a favor, frente a 27 en contra y 3 abstenciones, el proyecto de ley que reconoce el matrimonio entre personas de un mismo sexo. 

Esta histórica ley promueve un pequeño cambio en la redacción de la legislación actual, pero a la vez con un inmenso significado para la igualdad de derechos. Dicha modificación sustituye las palabras «hombre y mujer» por «contrayentes», permitiendo que parejas de un mismo sexo puedan casarse, y reconociendo los mismos derechos y obligaciones que matrimonios de parejas de sexos distintos. 

En la calle, lienzos gigantes de provocación con lemas como «Sólo varón y mujer» o «Yo quiero un papá y una mamá» se han visto las caras con otras con proclamas como «Saquen los rosarios de nuestros ovarios». 

Jorge Vertín, uno de los manifestantes contra el matrimonio homosexual, está convencido de que «es un pensamiento universal que sólo se puede casar un varón con una mujer. El matrimonio entre personas del mismo sexo se trata de una conducta desviada y que pervierte el orden natural». 

Comentarios similares se han escuchado dentro del Senado, como el de Sonia Escudero, quien considera que «la relación hombre-mujer es fértil, la relación homosexual es estéril, y como es diferente hay que darle una regulación diferente». 

«Chiche» Duhalde se refirió al apuro con el que se debe tratar este tema cuando «hay otras prioridades».

Josefina Meabe, señaló “creo en la existencia de un orden natural. Existen diferencias entre un macho y una hembra. La familia es la unión de un hombre y una mujer que tienen un proyecto común, que es la procreación de la especie». (…) «Los niños tienen derecho a ser criados por un hombre y una mujer. Hombres que cumplan su función de padres y formen a sus hijos y mujeres que cumplan su función de madres». 

«Mientras los opositores priorizaron argumentos religiosos para rechazar la iniciativa, los defensores coincidieron en que se estaban discutiendo derechos civiles para las minorías en un país laico, y por lo tanto no cabían argumentos impuestos por la Iglesia Católica», reportó la nota de El Universal, de México. 

“Vimos, sentimos y escuchamos opiniones cargadas de prejuicios”. (…) “Estamos legislando sobre el matrimonio civil en un estado laico”, afirmó la senadora Liliana Fellner (FPV). 

La senadora Elena Corregido indicó que «se ha puesto a los niños en el centro del debate para generar pánico moral, como si las personas homosexuales fueran anormales, perversas, abusadoras. Me parece que son afirmaciones falsas, injustas». 

La senadora Beatriz Rojkes (FPV) señaló que «La homosexualidad no es el problema. El problema que nos convoca hoy es la discriminación». Añadió que «El proyecto de unión civil consagra familias de clase A y familias de clase B». 

«Hoy existe una clara invitación a la convivencia con la diversidad, con todos los colores de arco iris». «Hoy podemos permitir que la realidad se imponga, que todas las familias cambien y mejores. Confío en que hoy será el día en que podamos crear un país más justo», agregó la senadora María Rosa Díaz. 

Esperamos que la aprobación del matrimonio entre personas de un mismo sexo en Argentina tenga un «efecto dominó» en toda América Latina, y que pronto llegue a Chile.