Desde Paraguay/ César Baeza Hidalgo / El Ciudadano / Red de Medios de los Pueblos / Con aporte de Juan Ortega

Con tres presidentes de la República se cerró el IV Foro Social de las Américas, otra América es posible, realizado en Asunción,  Paraguay, entre el 11 y el 15 de agosto: Evo Morales Ayma (Bolivia), José ‘Pepe’ Mujica (Uruguay), y Fernando Lugo, del país anfitrión, quienes manifestaron que los pueblos deben organizarse para defenderse del neoliberalismo y saludaron a los cerca de dos mil personas que escuchaban en el polideportivo donde se realizó el acto de clausura.

En medio de arengas como “¡El pueblo que lucha no es terrorista!” “¡Fuera las bases militares de Colombia!” “Alerta, alerta, alerta que camina, el pueblo organizado por América Latina!”, y el clásico “¡El pueblo unido, jamás será vencido!”, que fue coronado con la canción del mismo coro para recibir a los presidentes, fueron muestra del ambiente festivo y optimista que dejó el trabajo de los cuatro días de Encuentro.

Aunque no hay todavía un consolidado del número de asistentes, “calculamos que llegaron más de 800 organizaciones de las tres Américas, y entre 5 mil y 6 mil personas vinieron a Paraguay para hablar temas de género, juventud, soberanía alimentaria, diversidad cultural y sexual, derechos humanos”, dijo Adelaida Galeano, del Comité organizador paraguayo, quien agregó que además se contó con más de 300 voluntarios y voluntarias que, incluso con recursos propios, dieron muestra del compromiso que existe para con los procesos de cambio que se requieren en el continente.

La lucha por la tierra, el derecho al agua, el respeto por la diversidad sexual, derechos de las mujeres, las alternativas de integración regional y el respeto por los derechos humanos a seguir fueron los ejes de sentido sobre los que reflexionaron hombres y mujeres de casi todos los países americanos.

Diana Arellano, antropóloga social de la Universidad de Misiones (Argentina), una de las ponentes en temas de memoria y derechos humanos, afirmó que encontrarse con personas de diferentes puntos de América, que han pasado por procesos similares, como las dictaduras que azotaron al cono sur, permiten buscar salidas comunes y elevar el mínimo esperado para estas materias. Por ejemplo, “en el tema del exilo aún hay una deuda con esas personas que fueron expulsadas de nuestros países por hacer oposición política y por disentir. Es una deuda del Estado, pero también de nuestras sociedades”, afirmó.

Magui Balbuena, de la Conamuri (Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, del Paraguay), en la lectura de un documento de la Asamblea de Movimientos Sociales presentó a los presidentes sus conclusiones, propuestas y demandas ante los millares de personas que observaban el acto, afirmó que como organizaciones sociales, hay un consenso con el cual “rechazamos el Gobierno de facto de Pepe Lobos, en Honduras, así como la situación de violación de los derechos humanos en Haití”, que ha sido silenciado por los grandes medios de comunicación. Al tiempo que afirmó que un tiempo en que la solidaridad de los pueblos con un paradigma centrado en la igualdad es el que se debe conquistar. También destacaron la inclusión de las demandas por comunicaciones democráticas, y el apoyo a la demanda palestina.

En temas de diversidad sexual, Angélica Valderrama Cayumán, presidenta del MUMSMovimiento por la Diversidad Sexual de Chile, afirmó que “el desafío es articular una red con otros referentes latinoamericanos y hacer presión internacional sobre los gobiernos que no están cumpliendo sus deberes con todos los ciudadanos y ciudadanas… En Chile pertenecemos a una ciudadanía de segunda categoría” por lo que considera que aún queda camino por recorrer.

Una de las reivindicaciones que se escuchó con más frecuencia en el FSA dice relación con los derechos de la Madre Tierra. Rodolfo Huanchaca, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia:, asegura que “la nueva reforma agraria que vamos a plantear en Bolivia, también debe ser compartida en otros países, para nosotros es determinante lo que es tierra y territorio, los campesinos vivimos en el campo y alimentamos a los pueblos de Bolivia con nuestro trabajo”. Al tiempo que asegura que su presidente, Evo Morales, “es sangre viva, la presencia de él, es vida, valor, salud y grito de liberación donde quiera que esté”.

Por otro lado, por primera vez las tecnologías y los software libres tuvieron una incipiente cabida al interior de los debates. El argentino Nicolás Echanis, de Código Sur creador de www.ciclope.codigosur.org, un soporte gratuito para montar páginas web para organizaciones sociales, dice que el tema del software libre, es una opción política: por ejemplo Una organización que defiende soberanía alimentaria y quiere hacer un banco de semillas, sabe que tiene como enemigo a Monsanto, pero después cuando tiene que hacer sus comunicaciones, lo hace con software de Microsoft que es dueño de los bancos más grandes de semilla en el mundo. Tenemos que tener muy claro que nuestras luchas también tienen que asociarse.

EN EL FORO EX SINDICALISTA INDÍGENA, EX GUERRILLERO Y EX CURA, MANDATARIOS DE SUS PAÍSES
Al cierre del acto hablaron los tres presidentes que asistieron a la convocatoria que hicieron las organizaciones sociales. Los tres fueron recibidos con sendos aplausos de los asistentes.

El primero en hacer uso de la palabra fue Pepe Mujica, quien fue quien menos se extendió en su alocución. Saludó el encuentro de personas que toman en sus manos los cambios que reclaman. E impulsó a quienes se congregan en torno a las luchas que se deben dar en el continente, a incluir a todos. “La verdadera lucha es aprender a convivir en la sociedad sin agredir”, afirmó Mujica, haciendo alusión a la diversidad del planeta, donde la diferencia no puede ser motivo de violencia, según el mandatario.
Evo Morales fue recibido con el mayor de los aplausos y fue quien más se extendió en su saludo al IV Foro Social Américas. Comenzó haciendo un homenaje a todos aquellos “compañeros y compañeras que dieron su vida para construir una sociedad más justa. Su sacrificio no ha sido en vano, porque ahora están ustedes para continuar su lucha”, dijo emplazando al auditorio que lo recibió con un aplauso entusiasta.

También hizo alusión a que se sentía orgulloso de no sólo haber sido invitado al Foro, sino que se le emplazó a que debía etsar presente. Y continuó con que al “compañero presidente Fernando Lugo, quien antes era un padre de la Iglesia Católica y ahora se ha convertido en el padre del Paraguay, yo lo reconozco como un padre mío por su compromiso con la gente más abandonada y por eso en mi pueblo lo queremos mucho”, aludió Morales, al tiempo que destacó el trabajo de Mujica, quien no se ha cansado de luchar en toda su vida, según señaló el boliviano.

En el centro de su alocución, que duró más de 12 minutos, enfatizó que “la nueva bandera de lucha de los pueblos es cómo defender los derechos de la madre Tierra. Es cómo defender la vida. Es cómo defender el planeta”.

Y agregó, refieriéndose al Foro: “Este tipo de eventos es una gran escuela para mí. Es una gran escuela para los movimientos sociales. Pero por sobre todo es una gran oportunidad de formación ideológica y programática para las nuevas generaciones”, quienes deben prepararse para enfrentar a todos aquellos a los que no les interesa la vida ni el cambio climático.

Fernando Lugo, por su parte, dijo que a los tres mandatarios que se encontraban allí se les había etiquetado de ex indñigena, ex guerrillero y ex obispo. Pero ahora somos un sólo pueblo en la construcción de una patria grande como la soñaron Bolívar, Rodríguez, San Martín y otros. Somos un solo pueblo en la construcción de nuestros sueños”, dijo el mandatario.

Además, agradeció la “manifestación de profunda solidaridad” de haber realizado el IV Foro social Américas 2010, en Paraguay. “La presencia de todos ustedes es la fuerza que nos impulsa para manifestarnos en el camino de los profundos cambios que se requieren”. Y agregó que la recuperación de la soberanía “es lo único que va a garantizar que lleguemos a ejercer los cambios que necesitamos. Esa es nuestra fuerza, señaló, la fuerza de la lucha, la fuerza de la integración”.


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