MUMS comparte plenamente que el ejecutivo se haga cargo del tema de violencia intrafamiliar. Sin embargo, difiere profundamente de la forma implementada.
La campaña que dice «Maricón es el que maltrata a una mujer» mezcla temas de distinta índole al clasificar de maricón a los criminales que atentan contra la integridad física y psicológica de las mujeres. De esta forma, se mantiene el estigma que tiene la palabra «Maricón» y que todo el país identifica con la orientación homosexual.
Lamentablemente, esta campaña se da en un contexto en el cual no se han desarrollado medidas de promoción contra la discriminación por orientación sexual. Por lo tanto, cae en una obvia confusión de temas, a pesar de su intento por resignificar el término. Si esta campaña se diera en un contexto en el que se defendieran los derechos de las personas no heterosexuales sería distinto. Pero bajo las actuales condiciones, no es suficiente.
Es necesario recordar que Chile no posee una Ley que proteja a gays, lesbianas, bisexuales y personas trans de la discriminación, por lo que discriminar no es un delito en nuestro país. Además, Chile está demandado en este momento por discriminación por orientación sexual ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por lo cumplir con las recomendaciones de reparación en el caso de la Jueza Karen Atala.
Quienes golpean a las mujeres deben ser llamados como corresponde: «cobardes, criminales, abusadores”. Llamarles maricones, este vocablo tan negativamente cargado, refuerza los estigmas con lo que se le asocia a este término.