Este martes 16 de noviembre, en el Aula Magna de la Universidad Diego Portales, se realizó el foro “Diversidad Sexual: discriminación e intolerancia” dentro de las acciones institucionales para revisar los avances en materia de derechos en el año Bicentenario.
Bajo la pregunta ¿Cómo es posible que discriminemos a personas con una orientación sexual que difiere de la dominante? expusieron Karl Böhmer por Amnistía Internacional, la jueza Karen Atala y Gonzalo Cid por MUMS.
Karl Böhmer, en representación de Amnistía Internacional, basó su presentación en la necesidad de avanzar en materia de protección de DDHH en Chile, y como el tema de diversidad sexual se ha transformado en un eje para su organización debido a la falta de protección de los derechos de esta población en muchos países, entre ellos Chile, haciendo especial hincapié en el concepto de igualdad de derechos que rige su accionar.
Karen Atala, quien demandó al Estado chileno ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos luego que la justicia le quitara la tuición de sus hijas por su condición de lesbiana, señaló que la actual legislación chilena es fuertemente discriminatoria con quienes no siguen el ordenamiento social, lo que se ve reflejado en casos tan comunes como en la postulación a un subsidio habitacional, en el que una pareja que convive tiene menos puntaje que un matrimonio.
La abogada indicó que, mientras el actual marco jurídico de nuestro país sólo reconozca la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, no podremos avanzar. Por lo mismo, es necesario que los nuevos profesionales sean cada vez más críticos con la interpretación de la ley.
Por su parte, Gonzalo Cid, coordinado político del Movimiento por la Diversidad Sexual, MUMS, profundizó en el trabajo que, desde años, están realizando las organizaciones sociales en la elaboración de los anteproyectos de Ley antidiscriminación, de identidad de género y matrimonio igualitario.
“Creemos que la ley fundamental que debe salir ya es la Ley Antidiscriminatoria, y que requiere una serie de cambios, pero estamos dispuestos a apoyarla tal como está para que logre salir. Nos parece que sólo falta voluntad política. La ley de Identidad de Género que afecta a nuestros compañeros y compañeras trans. Ya es difícil para los chilenos y chilenas que tenemos nuestro carné y que tenemos identidad reconocida. Es muy difícil imaginar que existen personas que no la tienen y que, en 2010, sigan no teniéndola”, indicó Cid.
Además, Cid detalló los efectos que otras leyes tienen en Chile sobre la población gay, lésbica, bisexual y trans, como el artículo 373 que condena la «ofensa a la moral y las buenas costumbres», el 365 que establece diferencias en la edad de la autonomía sexual y el 161 del código laboral que oculta las discriminaciones y despidos por orientación sexual y/o identidad de género en el mundo del trabajo.