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Nicole Rojas Coordinadora Derechos Humanos y Políticas Públicas.

Este 8 de Marzo se conmemorará un año más del Día de la Mujer, sin embargo y pese a que nuestro país ha dado señales que pretenden dar respuesta a la equidad de género basados en organismos como el SERNAM, estas no han sido capaces de generar cambios estructurales en nuestra sociedad (en lo que va del 2015 se han producido 40 femicidios). Un claro ejemplo de ello, es que el nuevo Ministerio de la Mujer nace bajo el alero y la lógica de la heteronormativadad, excluyendo tanto a las compañeras lesbianas, como a las chicas trans. En este sentido, todas somos víctimas del sistema en tanto nuestra condicionante de género nos dispone a una violencia simbólica que es mucho más solapada y por ende, difícil de visibilizar. La mirada cosificada de la mujer desde una posición reproductiva (cuerpo sexualizado) ha centrado el discurso de una manera unidireccional, por ello consideramos necesario hacer el llamado a la liberación de los cuerpos y subjetividades.

Cabe señalar que cuando hablamos de equidad de género no sólo podemos hablar de “temas de mujer”, sino que resulta absolutamente necesario visualizar las masculinidades; el falocentrismo social y machismo siguen arraigados en la estructura y también constituyen una violencia simbólica.

La educación en diversidad es la clave para formar a las personas en la diferencia e inclusión, en la equidad de roles. No es posible mantener hoy en día expresiones arcaicas como “los niños no pueden jugar con muñecas”, “los niños no lloran”, “compórtate como señorita”; recordemos que el lenguaje construye realidad, por lo mismo, estos dichos sólo (re)producen el binarismo de género, coartando el aprendizaje integral de las labores cotidianas y que deben ser compartidas, limitando la expresión emocional en definitiva.

Otro aspecto sumamente necesario de reflexionar es en la discusión sobre el aborto en Chile. El actual proyecto de despenalización del aborto en tres causales (Riesgo de vida de la madre, Inviabilidad del feto y Violación) es sumamente recatado. Por lo tanto nuestra postura política se mantiene en respaldar el discurso de Aborto legal, seguro, gratuito y sin apellidos, creemos que hay que ir más allá.

Nuevamente la respuesta es educación. Resulta fundamental que el Ministerio de Salud se haga parte de una campaña real de prevención y Educación sexual, emocional y diverso. Recordemos que el Ministerio de Educación licitó los programas de educación sexual, seleccionando seis de ellos para la elección (no obligatoria) de uso por los establecimientos educacionales. Adicionalmente, estos programas carecen de profundidad en temáticas fundamentales como afectividad, infecciones de transmisión sexual (ITS) y diversidad. Así mismo, el nulo compromiso del gobierno anterior y del actual gobierno en materia de prevención de VIH/sida, ha evidenciado cuantitativamente un mayor contagio en la población HSH (Hombres que tienen sexo con hombres).

En suma, es necesario que el Estado cumpla el rol para el que ha sido creado y desarrolle políticas públicas en educación para la inclusión y prevención para el desarrollo de una sexualidad responsable y libre. Es por ello, que como MUMS exigimos la creación del Instituto Nacional de la Diversidad y la Inclusión (INADI), que sea capaz de dar respuesta a las necesidades de la sociedad actual, respecto de temas de derechos humanos, discriminación, equidad y diversidad.

Finalmente es un llamado a posicionar el discurso sobre género y feminismo más allá de lo reproductivista, es de hora profundizar la mirada social en pos de liberar todos los cuerpos y abarcar más allá del debate sobre aborto.

Nicole Rojas
Coordinadora
Derechos Humanos y Políticas Públicas