Por María José Villarroel / Radio Bío Bío

Foto: ARCHIVO | Cristóbal Escobar | Agencia Uno

En la presentación de una nueva etapa en la campaña contra el VIH del Ministerio de Salud, varias organizaciones de diversidad sexual increparon al titular del ramo, Emilio Santelices, para exigir una focalización de la iniciativa.

Las agrupaciones pidieron que las medidas se centren en la población homosexual y transexual, ya que dijeron que el virus está presente como “pandemia”.

Según la encuesta sobre el comportamiento amoroso, sexual y erótico de hombres que tienen sexo con hombres del Ministerio de Salud, uno de cada cinco jóvenes gay no usa condón en sus relaciones y el 6% es portador de VIH en la región Metropolitana.

Fernando Muñoz, representante del Movimiento por la Diversidad Sexual, criticó que la campaña no esté focalizada en ese grupo de personas. En tanto, el director de gestión pública de la ONG Acción Gay, Marco Becerra, acusó incumplimiento en algunas promesas del Gobierno.

Los activistas encararon al ministro Santelices en esta actividad que se desarrolló en el Museo de Bellas Artes, desde donde el secretario de Estado tuvo que salir escoltado por una puerta trasera.

Antes de eso, defendió la campaña del Ejecutivo con cifras: según él, 220 jóvenes han sido detectados con VIH reactivo en los últimos dos meses y medio.

Que los test rápido no se han efectuado en los consultorios, que aún no se presenta un plan contra el VIH, son algunas promesas que, según estas organizaciones, el Gobierno no ha cumplido.

La presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, cuestionó las políticas públicas al no haber retroceso en los casos de contagiados.

Un llamado a sumarse a la campaña hizo Diego Ríos, vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), que sí acompaña al Ejecutivo en la iniciativa.

La nueva etapa de la campaña considerará el recorrido de una unidad móvil del Ministerio de Salud para realizar test rápidos en lugares turísticos del país, como algunas playas, medida que se extenderá hasta fines de enero.

La idea que se autoimpuso el Gobierno es encontrar a unas 30 mil personas que serían portadoras del VIH pero que no han sido diagnosticadas y por tanto, lo desconocen.