Chile tiene la oportunidad de convertirse en el primer país en la historia de la humanidad en integrar a personas trans en un Proceso Constituyente. Las elecciones de este 15 y 16 de mayo son un hito clave para el futuro de la comunidad LGBTIQA+.

Por P. Cárdenas Rueda

La noche del 3 de mayo pasado en la comuna de La Cisterna, un hombre desde un automóvil en movimiento disparó más de cien perdigones en el rostro de Isidora, una mujer trans que en esos momentos estaba ejerciendo el trabajo sexual. “Son dos personas las que sabemos en este momento, le tiraron el escopetazo a 6 personas… y se alcanzó a correr la compañera y le llegó directamente a ella en el rostro” relató Alejandra Soto, dirigenta del sindicato de trabajadoras sexuales transgéneras travestis Amanda Jofré en la rueda de prensa que les esperaba a las afueras del hospital El Salvador. 

Según lo que actualizó el sindicato días después, Isidora recibió impactos en su cuerpo además de su rostro y perdió la visión en uno de sus ojos además de algunas piezas dentales. “El motivo es por un homicidio de odio… odio hacia las compañeras trans (…) le tiraron a matar”.

“Como tú comprenderás estamos totalmente en desmedro toda la población LGBTIQA+ por el asunto de que nosotras somos históricamente marginadas”- comentó Francisca Cáceres, activista trans, Coordinadora Regional y Vocera del área trans del Movimiento por la Disidencias Sexuales (MUMS) Valparaíso.- “Somos discriminadas por el hecho de que históricamente, valga la redundacia, hemos ejercido el trabajo sexual. Desde muchos años por no haber tenido acceso ni a la educación y no haber tenido acceso a otro tipo de trabajos remunerados”.

Francisca Cáceres, mujer trans, Coordinadora del Área Trans del Movimiento por la Diversidad Sexual y de Género (MUMS) de la Región de Valparaíso. Autorretrato.

La marginalización de las mujeres trans, como lo describe Francisca, es latente desde las niñeces trans, considerando que en Latinoamérica la deserción y el ausentismo en la escuela es mucho mayor para personas de la comunidad trans gracias al acoso escolar (Fundación Todo Mejora, 2019). Los niveles de empleabilidad son bajos de acuerdo a informes de OTD Chile, lo que resulta en pocas opciones para poder optar a una vivienda. En Chile no existen cifras exactas que puedan graficar la situación, por lo que las estadísticas que existen corresponden solo a muestras de estudios particulares. Nunca en los registros tomados por los Censos del país ha existido la consulta por la orientación sexual o la diversidad de género.

Entre los pocos números recaudables, está la expectativa de vida de las personas trans en Latinoamérica, la cual oscila entre los 30 y los 35 años de acuerdo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“Nosotras estamos muy preocupadas que en este sector (La Cisterna) la policía no está haciendo nada para ayudar a las compañeras que ejercen el trabajo sexual, sabiendo que la única integración laboral en este país para las mujeres trans es el trabajo sexual. No tenemos una Ley Integral Trans Travesti que nos de un cupo laboral trans” declaró Alejandra Soto tras el ataque a su compañera. “Necesitamos que haya cupo laboral trans, becas de estudio para la población trans, para que la gente que esté trabajando en el trabajo sexual salga del trabajo sexual. No que sea una condición que coloca el Estado el que nosotras tengamos que explotar nuestro cuerpo para ganar plata, porque no nos dan trabajo”.

Cartel levantado a las afueras del Hospital El Salvador por trabajadoras del Sindicato de Trabajadoras Transgéneras Travestis Amanda Jofré. Créditos a 24horas.cl

Este estado de vulnerabilidad que enfrenta la comunidad  no es ajena al conocimiento social e incluso organizaciones no gubernamentales como MUMS, OTD Chile y otras han hecho informes a lo largo de estos años reconociendo esta situación y han concluido que la única manera de poder enfrentarla es a través de políticas públicas.  

Actualmente la legislación chilena no cuenta con leyes que traten las dificultades de la comunidad trans fuera de la Ley Antidiscriminación (Ley Zamudio) que contempla penalizaciones a los crímenes de odio; la Ley Gabriela que condena el femicidio y la nueva Ley de Identidad de Género promulgada a finales del año 2018, donde Chile reconoció por primera vez en la historia del país el derecho de cada persona a escoger su nombre y sexo registral en su documentación. Además de estas tres legislaciones, no existen otras políticas públicas orientadas a visibilizar y terminar con estas problemáticas.

La activista trans, feminista y candidata a Constituyente por el distrito 7 (litoral central, Valparaíso, Viña del Mar, Isla de Pascua y Archipiélago de Juan Fernández), Constanza Valdés, recalca que las responsabilidades terminan recayendo en otras instituciones: “(…) actualmente ni el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ni el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género lamentablemente han sido capaces ni tampoco han tenido las herramientas para efectivamente prevenir y ayudar a los casos de violencia. Sino más bien las organizaciones terminan siendo quienes asumen el costo y el peso de lo que significa la defensa de los derechos de las disidencias y de las mujeres”.

Ante esto, hoy no existe en la política chilena ninguna representante transfemenina que pueda dar vocería a estos problemas en el congreso ni en el gobierno y tampoco existe un cupo trans asegurado en la redacción de la Nueva Constitución.

Constanza Valdés, mujer trans, Licenciada en Derecho y candidata a Constituyente por el distrito 7. Créditos a Melissa Castillo.

Nueva Constitución, nuevas oportunidades

Tras ganar en el último plebiscito la opción de “Convención Constitucional” como órgano redactor de la Nueva Constitución por un 78,99%, quedaron plasmadas en la institucionalidad las consignas vociferadas en las calles durante la revuelta popular: la gente quería mayor representación de los diversos sectores de la sociedad en la Constitución y no a las y los mismos/as políticos/as de siempre.

Fotografía de una Constitución hecha a mano con los colores de la bandera LGBTIQA+. Junto a ella se encuentran carteles con leyendas no identificables. Créditos a Melissa Castillo.

Es con esta posibilidad de representación que se abre, por primera vez en la historia de la humanidad personas trans pueden optar a escribir una Constitución, lo que implica que por primera vez se podrían considerar sus opiniones en un evento político de esta envergadura. Esto implicaría que las problemáticas que aquejan a la comunidad trans podrían ser consideradas dentro de la legislación chilena.

“Si vamos a hacer políticas públicas, vamos a crear algún tipo de decreto en la Constitución, tenemos que entender que una problemática trans se le tiene que preguntar a personas trans. Y qué mejor que candidatas trans estén en la Constituyente, para que nos represente a nosotras y sean la voz viva de nosotras”, comentó Francisca Cáceres.

De acuerdo a la plataforma LesConstituyentes.cl, hay 52 candidaturas que son parte de la comunidad LGBTIQA+ de las 1.278 que existen en total, y ocho de ellas son de personas trans. Cuatro de estas candidaturas corresponden a mujeres trans: Constanza Valdés (Distrito 7, Lista Apruebo Dignidad), Emilia Schneider (Distrito 10, Lista Apruebo Dignidad), Alejandra Toledo (Distrito 6, Lista Apruebo Dignidad) y Lorraine Salvo (Distrito 15, Lista de Partido).

Imágenes de la revuelta social del 18 de octubre de 2019.
Una motociclista lleva la bandera LGBTIQA+ en su espalda mientras cruza en medio de la gente.

Según el pronóstico electoral realizado por Qualiz en febrero de este año, las únicas dos candidaturas transfemeninas que tienen posibilidades de integrar la Convención Constitucional serían las de Constanza Valdés (YQ33) y Emilia Schneider (YQ36), y en ambos casos no serían la primera mayoría de su distrito. Por lo que el escenario para la representatividad de mujeres trans es altamente dependiente de factores como la cantidad de personas que vayan a votar, la cantidad de votos que reciba cada partido y cuántos escaños ocupen las listas más competitivas. Ambas candidaturas con posibilidades pertenecen a la Lista Apruebo Dignidad, cuya principal competencia es la lista Vamos por Chile perteneciente a los sectores más conservadores y de derecha. Esto se suma a un clima político “de dispersión” de la izquierda, es decir que están fragmentados y hoy se presentan a las elecciones divididos en 7 listas a nivel nacional además de múltiples listas locales en cada distrito.

Imágenes de la revuelta social del 18 de octubre de 2019. Una persona con capucha y una bandera del orgullo escribe con graffiti en el pavimento. Créditos a Melissa Castillo.

De acuerdo a la representante de MUMS Valparaíso, Francisca Cáceres, “la ausencia de la representatividad en la Constitución de una persona trans sería nefasta para nosotras, porque resulta de que no tendríamos quién sea la vocera de la comunidad trans ni tampoco sensibilizar a los constituyentes para que creen políticas públicas con respecto a las personas trans. Cabe señalar que si vamos a hacer políticas públicas, vamos a crear algún tipo de decreto en la Constitución, tenemos que entender que una problemática trans se le tiene que preguntar a personas trans”.

Al respecto, la candidata Constanza Valdés analizó: “Mira la verdad que si ocurre nuevamente una ausencia de representatividad, va a ser una nueva Constitución que definitivamente no nos incluye, independientemente que de alguna manera en el texto constitucional pueda haber una referencia. Nuestras visiones, nuestras perspectivas no van a ser recogidas en el texto Constitucional y en las propuestas porque no vamos a poder estar ahí directamente”.

Dejar las discusiones de políticas trans en manos de personas que no lo sean significan una apuesta para la comunidad. Según Constanza: “(…) corremos el riesgo de que no tengamos derecho a la identidad, de que no se hable del derecho a vivir una vida libre de violencia por parte de las mujeres y las disidencias y corremos el riesgo también de tener una constitución que siga perpetuando también la violencia y la discriminación”.

Al fondo, la Intendencia Regional de Valparaíso. En primer plano de izquierda a derecha: persona no identificada; Iñaqui Maya, activista Movimiento por la Diversidad Sexual y de Género; Constanza Valdés, activista trans y candidata por el distrito 7 para constituyente; Alejandra Toledo, activista trans y candidata por el distrito 6 para constituyente; persona no identificada. Créditos a Melissa Castillo.

Lo trans a las personas trans

La desconfianza de que sean otras personas quienes representen a la comunidad ocurre porque actualmente en Chile algunos de los proyectos que buscan ayudar a la comunidad LGBTIQA+ no integran a personas trans en las mismas conversaciones de planificación y caen en más discriminaciones.

Un ejemplo público de ello fue el 16 de marzo cuando el Ministerio de La Mujer y la Equidad de Género junto al Ministerio de Deporte subieron a Twitter una propaganda con la frase “Ella parece hombre: si estás de acuerdo con esta frase, eres parte del problema” para referirse a que decirle eso a una mujer es violento. La campaña fue rápidamente criticada por la comunidad LGBTIQA+, ya que los Ministerios pasaron por alto la existencia de las personas no binaries o personas cuya expresión de género no es parte de la dicotomía masculino/femenina, y asumieron como un insulto una expresión de género.

En cuanto al área legislativa, Constanza Valdés, quien fue impulsora de la Ley de Identidad de Género, aseveró que la crisis de la representación trans ya se hacía ver en la tramitación de la ley. “Un ejemplo concreto lamentablemente de esta falta de perspectiva y por qué es tan importante tener representantes trans lo fue la Ley de Identidad de Género en la cual principalmente hubo una ausencia de análisis respecto a la salud, la educación, el trabajo… porque las personas, los congresistas, los parlamentarios, no analizaron esa temática porque no era algo que conocieran y fue algo que exclusivamente lo pensaron desde un punto de vista formal”.

En una entrevista que dio Constanza el 14 de Enero de 2019 a ElDesconcierto.cl, relató uno de estos episodios: “Fue curioso cómo se dio porque llegué al ex diputado Sergio Espejo (DC) a través de su hermano Nicolás, candidato a defensor de los derechos de la niñez. (…) Cuando nos vimos le conté que exigir un certificado médico para acreditar circunstancias psiquiátricas antes del tránsito de género era muy patologizante. ‘¿Las personas homosexuales no son las mismas que las trans?’, me respondió. Le expliqué todo desde cero hasta que lo entendió”.

Otro ejemplo de los alcances del desconocimiento es lo que pasó el 5 de mayo recién pasado, cuando la Asociación Organizando Trans Diversidades (OTD) Chile lanzó un comunicado a través de su página web oficial llamado “Declaración pública a la Subsecretaría del Delito”. Esto porque el órgano estatal utilizó el nombre de la asociación sin su consentimiento en el Estudio Exploratorio de Discriminación y Violencia hacia las personas LGBTIQ+. Además, en la investigación se utilizan conceptos de la diversidad de género de forma errónea y “patologizante” según lo que la misma asociación declaró:

“Queremos manifestar que OTD no autoriza el uso de su nombre en este estudio dado que desde un comienzo manifestamos nuestro desacuerdo con los criterios y metodologías que excluían a población transgénero sin acceso a internet y no consideraban a personas LGBTIQA+ como parte del equipo de investigación, lo que constituye una visión arcaica de sectores hegemónicos que extraen datos desde los grupos oprimidos sin hacernos partícipes de la investigación ni beneficiaries de los recursos públicos que se invierten en estos temas”.

El conflicto fue que en dicho estudio hicieron una descripción de conceptos que, según OTD, “ (…)son las formas en que el mundo cisgénero se expresa de nosotres de forma prejuiciada desde su propia vereda de cómo ver el género y han sido incapaces de entender la igualdad de trato y definiciones que esperamos las personas trans”.

En concreto en el estudio hicieron una diferenciación entre la identidad transgénero y la transexual en base a las intervenciones médicas, a lo que OTD respondió: “Separar a las personas transgénero entre quienes decidan operarse y quienes no, es lo que llamamos la patologización de las identidades trans donde la medicina occidental hetero cis normativa buscó, mediante criterios diagnósticos arbitrarios, entregar atención de salud sólo a quienes ellos definieron como los ‘verdaderos transexuales’ o personas transgénero que se adaptaban a sus requisitos diagnósticos hetero cis normados, excluyendo del derecho a la atención médica al resto de personas transgénero homosexuales, lesbianas, no binarias, travestis, entre otras, que no cumplían con los roles estereotipados de hombre y mujer heterosexual”.

Marcha LGBTIQA+ en Plaza Victoria, Valparaíso. Créditos a Melissa Castillo.

Más allá de ser una problemática nominal, de acuerdo a OTD esto puede significar diferenciación en los tratamientos de salud recibidos por las personas trans, siendo que en algunos casos se les niegue la atención si es que su expresión de género no coincide con la categorización que puede hacer el Estado. 

Para OTD las definiciones de las identidades tienen más que ver con los contextos culturales de las personas y la autopercepción. “(…)¿cuál es la diferencia entre una persona transexual y una transgénero? ninguna más allá de la fecha en la que surgió cada término, siendo transexual más antiguo que transgénero. En ambos casos se refiere a una persona que transita de género, da lo mismo a cuál género y qué modificaciones haga en su cuerpo”.

Urgencias

Francisca Cáceres, en su trabajo como Coordinadora del Área Trans de MUMS Valparaíso es quien tiene contacto con las personas trans de la Quinta Región. En base a sus observaciones, ella considera urgente una ley que establezca un cupo laboral para las personas de la comunidad, además de la nivelación de estudios: “¿Por qué? porque la nivelación de estudios les va a dar otro piso a las chiquillas y les va a dar otro estatus como continuar estudios superiores y salir de la marginalidad en cual viven”.

Agregó que la discriminación no solo ocurre por los niveles de estudio formal de las personas trans, sino que hay una cultura que debe cambiar. “ (…)debemos tomar en cuenta que una vez que terminan los estudios también tenemos que hacer una campaña de sensibilización hacia la no discriminación transfemenina, por el asunto de que hay muchas personas trans que han terminado sus estudios -que no es más que el 7 a 12% de la población trans a nivel nacional- y ellas están cesantes porque las siguen discriminando”.

Dentro de otras problemáticas que Francisca ha encontrado, está la necesidad de mayor acceso a los policlínicos trans (más conocidos como politrans), espacios dentro de los hospitales orientados a dar un tratamiento integral a las personas que están transicionando sin que se patologice la identidad de género, como históricamente ha ocurrido en otros servicios de salud. Actualmente en el país hay 12 politrans, los cuales solo pueden atender a personas que residan dentro de la comuna en la que se localiza el hospital, dejando a miles de personas que viven en las periferias sin atención ni medicamentos.

Manifestación LGBTIQA+ en marcha feminista del 8 de marzo. Se lee en la espalda de quien se manifiesta: “Lxs chiques trans también abortamos”. Créditos a Melissa Castillo.

Además de estas situaciones, también existen dificultades en el ámbito del acceso a la vivienda, la reparación de las violaciones a los derechos humanos y encarcelamientos, la vulnerabilidad de personas trans de la tercera edad y más.

En cuanto a los derechos básicos de las diversidades sexuales, Francisca dijo: “Nosotros queremos y creemos que deben estar garantizadas en la Constitución, para de ahí partir trabajando a nivel legislativo y creando decretos para asegurar que las personas trans tengan una vida más digna y libre de discriminación”.

En base a estos planteamientos, la candidata a Constituyente Constanza Valdés explicó cuáles son las discusiones que como mujer trans pondría sobre la mesa en la Convención: “En particular una de las primera propuestas que queremos llevar al Proceso Constituyente tiene que ver con este principio del Estado de prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género, los crímenes de odio y en general la discriminación en contra de grupos históricamente discriminados y excluidos, así como reconocer el derecho de las mujeres y de las disidencias de vivir una vida libre de violencias”.

En cuanto a lo concreto, Constanza y otras candidaturas de las disidencias han propuesto la instalación de la Defensoría del Pueblo, un órgano constitucional encargado de la protección de los derechos de las diversidades sexuales, de género, de las mujeres y todos los sectores de la sociedad que no han sido considerados en las políticas públicas e institucionalidad chilena hasta el presente.

Este sábado 15 y domingo 16 de mayo son las votaciones en Chile, donde además de Convencionalistas Constituyentes se escogerán Gobernadores/as Regionales, Alcaldes/as y Concejales/as.   Las papeletas para Constituyentes serán de color beige. Las de Gobernadores/as Regionales serán de color naranjo. La de Alcaldesas y alcaldes será celeste. La de Concejalas y concejales será blanca.   Puedes revisar a las y los candidatos/as de cada cargo en la página oficial del SERVEL. También puedes conocer a más candidates LGBTIQA+ en la plataforma de MUMS.